En lo que va de este año, 123 personas negras han muerto a manos de la Policía de EEUU, según datos del Washington Post. Los últimos dos casos con tintes racistas ocurridos esta semana reavivaron la tensión y las protestas en todo el país, y desataron un baño de sangre el jueves en la noche en Texas, en donde dos francotiradores aprovecharon una movilización pacífica de ciudadanos de Dallas para "matar policías blancos", según la confesión de uno de los sospechosos antes de ser abatido por los uniformados.
En total, 509 muertes se registraron en EEUU en los primeros siete meses del 2016 a manos de agentes policiales, aunque la fuente no distingue entre actuaciones policiales justificadas y no justificadas.
Y estas cifras están relacionas también con el problema de la falta de control para que los ciudadanos accedan a armamento, como lo dijo el presidente Obama al referirse al caso de Dallas, y como lo muestra el siguiente gráfico:
Y otro problema, que ha sido el detonantes de las protestas, es la impunidad. El portal Mapping Police Violence (MPV) muestra que casi en el total de casos con muertos a manos de agentes de policía en 2015 quedaron sin cargos.
El año pasado, murieron 909 personas en EEUU a manos de la Policía, de las cuales 258 fueron afroamericanos.
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