En medio de la crisis política en Brasil, el estado de Río de Janeiro decretó este viernes el estado de emergencia económica y solicitó auxilio para la celebración de los Juegos Olímpicos, que empiezan el 5 de agosto.
En la práctica, la declaratoria de bancarrota, que ya se publicó en el diario oficial, permite que se tomen medidas extraordinarias para reducir gastos y servicios públicos ante el certamen deportivo, pero las autoridades del estado de Río no han explicado qué harán en concreto.
Por ello hay analistas que sostienen que es probable que el decreto sirva no solo para hacer recortes, sino también para justificar una inyección extra de recursos del Gobierno Federal, en plena restricción fiscal, informó el correponsal del diario El País de España.
Además, el comité organizador de los Juegos Olímpicos de Río 2016 señaló que la situación calamidad pública declarada por el estado no tendrá "impacto" en los preparativos del evento.
"Esto no tiene impacto sobre los preparativos de los Juegos porque el comité organizador no depende de ninguna clase de fondos gubernamentales", dijeron a Efe fuentes del Comité Río 2016.
Sin embargo, el gobernador interino de Río de Janeiro, Francisco Dornelles, indicó que se racionalizarán todos "los servicios públicos esenciales" para la realización de los Juegos Olímpicos.
Agregó que la falta de recursos podría poner en riesgo, entre otros proyectos, la finalización de una nueva línea de metro que conectará los barrios turísticos de la ciudad con el barrio de Barra de Tijuca, que acoge tanto el Parque Olímpico como la Villa de los Atletas, y que beneficiaría de manera notable a los asistentes a los Juegos.
La administración de Río de Janeiro tiene una deuda pública de 66.000 millones de reales (unos 19.130 millones de dólares) y en este momento le faltan unos 19.000 millones de reales (unos 5.507 millones de dólares) para cumplir sus compromisos este año.
El estado fluminense es uno de los más afectados por la actual crisis económica que afronta Brasil, cuya economía completó dos años en recesión en el primer trimestre de 2016.
(Con información de El País y EFE)
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