Omar Siddique Mateen es el nombre del estadounidense de origen afgano que perpetró la mayor matanza de la historia de Estados Unidos. La madrugada del domingo, ingresó a un club gay en Orlando y mató a tiros a 50 personas e hirió a otras 53, de las cuales varias están en estado crítico, mientras que la mayoría de víctimas mortales eran latinas.

Matten, de 29 años, residía en Port Saint Lucie, una localidad costera situada a unos 200 kilómetros al sur de Orlando. Trabajaba como guardia de seguridad, y quienes lo conocieron, lo describen como una persona violenta e inestable. Había estado casado. Su exesposa, que habló bajo la condición de anonimato con The Washington Post, dijo que se divorció de él en 2011 por los maltratos físicos a los que la sometía. 

Un compañero de trabajo también declaró que Mateen hablaba en su centro de labores de "matar gente" y el FBI lo había investigado dos veces, en 2013 y 2014, por extremismo. El presidente Barack Obama, en la conferencia que dio tras la masacre, dijo que el caso se investigaba como un posible acto de terrorismo.  

El FBI aún no ha encontrado conexiones directas del autor de los disparos con grupos terroristas, pero medios estadounidenses señalan que antes de entrar al club Pulse, Mateen llamó al 911 y juró lealtad al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Las autoridades no se han pronunciado sobre el contenido de esta comunicación.

Además, este caso vuelve a poner en el debate el tema de la violencia por armas en EEUU. Mateen perpetró la masacre con una pistola y un fusil de guerra AR-15. Las había comprado días antes de la matanza. En el caso del AR-15, se trata de un rifle de asalto que estuvo prohibido en todo el país entre 1994 y 2004, hasta que la que Asociación Nacional del Rifle, un poderoso lobby proarmas con conexiones en las más altas esferas del poder en Washington, logró levantar el veto. 

En el último lustro se vendieron casi un millón y medio de unidades de AR-15 en Estados Unidos, según CNN. Es el mismo rifle que se utilizó en otras masacres recientes, como las perpetradas por Adam Lanza en un colegio de Newtown (Connecticut), o por Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, en una reunión con los compañeros de trabajo de él en San Bernardino (California).

Omar Matten era uno de esos propietarios legales en EEUU de un fusil AR-15, que se puede comprar por internet o en una armería por poco más de 500 dólares y que incluyen cargadores con 30 balas que pueden ser disparadas en menos de un minuto. Pero, ¿cómo pudo comprar armas alguien con sus antecedentes y que estaba bajo el radar del FBI por terrorismo? ¿Cómo pudo seguir trabajando en una empresa de seguridad y mantener su licencia para portar armas? Son preguntas que las autoridades federales del país aún no responden.

El padre de Mateen, Mir Siddique, declaró la cadena de televisión NBC que su hijo estaba motivado por el odio a los homosexuales y no por cuestiones religiosas. “Esto no tiene nada que ver con la religión”, sostuvo. “Estamos pidiendo perdón por el incidente. No éramos conscientes de que estuviese planteando ningún tipo de acción. Estamos en estado de shock al igual que todo el país”, añadió el padre del asesino.

Sin embargo, Mir Siddique aparece en varios video de YouTube como presentador  de un programa llamado Durand Jirga Show, que se emite en una televisión local de Los Ángeles, California. En algunos de esos registros expresa su admiración por los talibán, según The Washington Post. Incluso en la grabación más más reciente se presenta como candidato a la presidencia de Afganistán.

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