El punto de encuentro es en el memorial "El Ojo que llora", ubicado en el Campo de Marte, en Jesús María. En una mañana de sábado fría, signo de que el otoño ya está instalado y que el invierno está cerca, se congregan un grupo de 20 jóvenes y adultos interesados en conocer qué pasó en aquellos años de violencia política, en los que se desató una barbarie incomprensible.

Allí, se inicia un recorrido alrededor del laberinto constituido por más de 33 mil piedras, de las cuales 16 mil ya tienen registrado el nombre de una víctima. En este laberinto, uno se va internando hasta dar con el monumento construido por la escultora holandesa Lika Mutal, que reside en el Perú hace más de cuatro décadas, consistente en una gran piedra de la que cae un chorro de agua, que da la apariencia, literalemente, de un ojo que llora.

Pero en esta ocasión nos vamos a una zona cerca al camino de entrada al memorial, donde se encuentra una de las piedras pertenecientes al suboficial Víctor Hugo Velarde Humala, caído a los 24 años el 18 de mayo de 1986 luego de una emboscada de Sendero Luminoso en Huanta.

Su hermana, Carmen Velarde Humala, dejó una ofrenda floral cerca de la piedra en la que está inscrito el nombre de su hermano, caído en el combate a la subversión, y que fue colocada hace más de dos meses.

MÁS MEMORIALES PARA CAÍDOS DEL EJÉRCITO

En el cruce del jirón Huáscar y la avenida Santa Cruz, también en Jesús María, se ha construido un monumento llamado "Héroes de la Pacificación", en homenaje a los mayores de Infantería Hermenegildo Hurtado León y Pedro Hernández Sotomayor, víctimas del terror en los años 1984 y 1990, respectivamente.

Hurtado León falleció en una acción contrasubversiva en Ocos (Ayacucho); mientras que Hernández Sotomayor murió en Balsayacú, en la provincia de Tocache (San Martín).

Luego de ello, acudimos a Pueblo Libre, en el cruce de la avenida La Mar con la calle conocida como Cueva, ahora rebautizada como Juan Valer Sandoval, el coronel del Ejército que cayó en el rescate de la residencia del embajador del Japón el 22 de abril de 1997.

En la berma de dicha avenida, colindante con el cruce con la nueva calle Valer, hay un pequeño monumento de color blanco, junto a una placa en honor del militar caído.

PLAZA DE LA DEMOCRACIA

Desde Pueblo Libre nos fuimos luego hasta el centro de Lima, y llegamos hasta la Plaza de la Democracia, espacio construido en el lugar donde funcionara una de las sedes del Banco de la Nación, destruida con un incendio provocado por agentes infiltrados del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) en la Marcha de los Cuatro Suyos, que se realizó en los días patrios del año 2000 contra el ilegal tercer mandato de Alberto Fujimori. Este hecho causó la muerte de seis vigilantes por asfixia.

Desde que Luis Castañeda es alcalde (año 2015), el espacio, ubicado frente a la sede principal del Jurado Nacional de Elecciones, en la avenida La Colmena, figura sin enrejado; pero el monumento, una obra del artista Víctor Delfín, ya no tiene la placa recordatoria. 

Además, un grabado con la palabra "Nunca más" ya no existe. Las autoridades deben tomar cartas en el asunto para darle seguridad a este espacio de memoria.

BARRIOS ALTOS

Luego de estar en la Plaza de la Democracia, nos fuimos a la octava cuadra del jirón Huanta, en los Barrios Altos, y pasamos cerca del inmueble donde ocurrió el crimen del Grupo Colina, que asesinó a 15 personas, incluyendo un niño de ocho años.

En aquel lugar, dicho destacamento, encabezado por Santiago Martin Rivas, llegó para ejecutar una operación contrasubversiva, matando sin piedad a quienes participaban de una pollada, cuyos fondos iban a ser destinados a refaccionar el inmueble. En el segundo piso sí había una reunión de integrantes de Sendero.

A pesar de los años y del recuerdo, en este lugar no se pudo ingresar, ya que no es un lugar de memoria. Los vecinos no han pedido que se considere como tal, y las autoridades locales tampoco han impulsado iniciativa alguna.

LUGAR DE LA MEMORIA

Este espacio, ubicado en Miraflores, a espaldas del Coliseo Manuel Bonilla, fue el último punto de nuestro recorrido. Allí se pasó a visitar el museo, en el que hay galerías fotográficas y recursos audiovisuales para dar cuenta de lo que fueron los años de violencia política entre 1980 y 2000.

El próximo recorrido de "Rutas de la memoria" será este sábado 28, siempre como punto de partida en el memorial El Ojo que llora. En esta ocasión se visitarán algunos cementerios de Lima donde están enterradas algunas de las víctimas de este periodo duro de la historia de nuestro país.

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