Si los trabajos dentro de los géneros de fantasía y ciencia ficción quieren ser mágicos y presentar mundos en los que uno pueda sumergirse, se requiere un cimiento de plausibilidad, de correlato con cierta realidad para poder ser calificado como auténtico y disfrutado por los lectores. Al mismo tiempo se tiene que ir un paso más allá, imaginando un futuro o una realidad alternativa que sea desolada pero también haga sentir al lector que se podría aspirar a ella.

Estas historias podrían servir como moralejas, o como mundos que mostrarían caminos para solucionar los problemas existentes en el nuestro, mundos que nos mostrarían horizontes hacia los que trabajar, tanto tecnológica como sociálmente.

A comienzos de semana, las comunidades 'geeks' y literarias fueron remecidas: las autoras mujeres arrazaron con los prestigiosos Nebula Awards del 2015, llevándose los premios de ciencia ficción en las categorías de novela, novela corta, novela romántica, cuento, novela para jóvenes, y 'fantasía'.

Todo esto sucedió en un contexto adverso para las apuestas arriesgadas dentro del género gracias a la aparición de un bullicioso grupo de  autores y fanáticos de ciencia ficción llamados "The Sad and Rabid Puppies", quienes buscan restaurar el género a las aventuras llenas de energía y diversión del pasado. Eso significa, en verdad, apoyar historias de acción sin contenido político o moral escritas por hombres blancos.

Nnedi Okorafor

Nnedi Okorafor ganó el premio ese año por su novela 'Binti', donde cuenta la historia de una chica que deja a su gente para atender a la prestigiosa 'Oomza University', a mundos de distancia de su hogar.

"La ciencia ficción es especulativa, en ella se imagina, y muy frecuentemente se puede crear también", dijo Okorafor a la página Huffington Post. "Consideremos los avances tecnológicos. Muchas de las ideas que los germinaron aparecieron en historias de ciencia ficción. Ahora pensemos en lo que significaría tener ciencia ficción que especule sobre temas de diversidad de gentes, tradiciones, culturas sociedades. Las historias serán más ricas, al mismo tiempo que las ideas. Todos se beneficiarían.

Naomi Novik se llevó el Nebula a mejor novela de fantasía el año siguiente por 'Uprooted', la historia de una niña que es llevada lejos de su amada comunidad por un dragón aparentemente inofensivo. Ella también comentó sobre estas nuevas autoras que están revolucionando el género con los temas que traen a discusión en sus trabajos y los nuevos enfoques al escribir historias y personajes.

"Estamos viendo ultimamente artículos que dicen '¡las mujeres están de repente escribiendo ciencia ficción y fantasía!' cuando hemos estado aquí todo este tiempo, dijo. "Esta idea es un tipo de prejuicio que, más allá de grupos reaccionarios como los 'Puppies', aparece inconscientemente en la mayoría de la gente. A partir de él aparecen listas de los 10 mejores autores de ciencia ficción donde no aparece ninguna mujer."

Naomi Novik

Novik creció leyendo historias de ciencia ficción tanto masculinas como femeninas, pero se sintió frecuentemente decepcionada por la proliferación de la idea de que las protagonistas mujeres deben seguir cierto tipo de modelo masculino para lograr el éxito. La autora cita a Lara Croft como un ejemplo de esto. Ella es definitivamente heroíca -y su astucia y fuerza a lo Indiana Jones es inspiradora- pero espera que otras narrativas, tal vez más femeninas, tal vez reciban atención.

"Siento cierta distancia con ella por el hecho de que esté tan sexualizada, y por que su heroísmo es un tipo de heroísmo masculino", dijo. "Hay muchos personajes así, y estoy muy feliz con ellas. Son mujeres que triunfan bajo los códigos masculinos en un ambiente dominado por hombres, siento que eso es heroíco. Pero al mismo tiempo, no puedo dejar de sentir que ese no es el único modelo de heroísmo que debe existir".

Ambas mujeres concuerdan con que las líneas de pensamiento prejuiciosas han sido históricamente perjudiciales para las mujeres y los escritores de color que trabajan en el género, quienes han sido reconocidas y reconocidos en su momento, pero luego largamente olvidadas y olvidados por la historia. Las historias de suspenso y ficción especulativa de Kate Wilhelm ha ganado muchos premios Nebula y Hugo; Vonda N. McIntyre tuvo un vínculo creador grandísimo con la franquisia "Star Trek" que la llevó a ser ovacionada y ganar premios. A pesar de eso ninguna es discutida al mismo nivel que sus pares masculinos.

Más allá de las razones artísticas o políticas para tomar un camino de reivindicación y representación a la hora de crear sus historias, tanto Okorafor como Novik dicen que valoran la diversidad por razones más egoístas: vuelven más realistas las historias, y como lectoras, sienten que las vuelven mejores y más valiosas.

"Cuando multiplicas las voces y los tipos de historias que aparecen en tu comunidad, esta se vuelve más redonda, mejor y con más capas. Tu novela tiene más universos", dice Novik.


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