Han pasado 22 años de su trágica muerte, pero parece que fuera ayer. Ayrton Senna ya no está más entre los mortales, sin embargo, en el mundo del automovilismo y especialmente en el de la Fórmula 1, es un ícono que trasciende el paso del tiempo.
Senna estuvo diez años entre los fierros, las ruedas, las pistas y la presión que demanda la Fórmula 1, y fue campeón del mundo en tres ocasiones. El piloto brasilero marcó un récord en cuanto a "pole-position" conseguidas (primer lugar en la partida de las carreras); pero más allá de los números, generó un carisma alrededor del personaje.
SUS COMIENZOS
Ayrton Senna da Silva nació en San Pablo (Brasil) el 21 de marzo de 1960. En su niñez, su padre le construyó un pequeño "kart" para que aprenda a manejar, sin imaginar que pasaría la vida a bordo de un monoplaza.
A los 13 años, Ayrton decidió participar en competencias de karting en su país. En 1976 obtuvo el Campeonato Paulista de Karting, y al año siguiente, el Sudamericano. El "garoto" iba en ascenso, y en 1978 comenzó a competir en Europa, contratado por el equipo DAP de Italia.

SENNA EN 1977.
En esa época, fue subcampeón del mundo en karting, en 1979 y 1980. En esas competencias fue que Ayrton destacó por su capacidad para competir bajo la lluvia.
En 1981 compitió en Inglaterra a bordo de monoplazas, y ganó el campeonato de Fórmula Ford. Pero tuvo que regresar a Brasil para atender el negocio familiar, un poco por presión de sus padres y otro tanto porque no conseguía auspicios para seguir ascendiendo en su carrera automovilística. Sin embargo, al año siguiente retornó a las islas británicas, donde volvería a obtener el título. Fue allí que decidió utilizar el apellido de su madre: Senna.
Su última parada en Inglaterra fue en 1983, esta vez en el Campeonato Británico de Fórmula 3, que ganó tras una durísima competición. Sus victorias generaron el interés de varios equipos de Fórmula 1, categoría máxima en la que comenzó a participar desde el año siguiente, y en la que se convertiría en una leyenda del deporte de las ruedas.
FÓRMULA 1: CARRERA METEÓRICA

SENNA, YA INSTALADO EN LA FÓRMULA 1.
Senna debuta en la máxima categoría en 1984, con la constructora inglesa Toleman. Tras varias carreras en las que no logra calificar, finalmente llega su oportunidad en el Gran Premio de Mónaco, que desde el principio contó con el concurso de la lluvia. Ubicado en el puesto 13 de la parrilla de salida, Senna demostró gran habilidad para llegar hasta el segundo lugar, a pocos segundos del francés Alain Prost, quien se llevó la carrera porque esta quedó suspendida.
En 1985 llega a Lotus, con el que logra ganar su primera carrera, el Gran Premio de Portugal; y varias carreras después repetiría el plato en Bélgica. Senna terminó cuarto en la clasificación general; y se acercaba a los primeros planos de la Fórmula 1.
En 1986 repitió la misma posición, esta vez ganando los Grandes Premios de España y Estados Unidos. Finalmente, en 1987, se ubicó tercero, tras vencer en Mónaco y Estados Unidos, y llegar al podio en otras tres carreras.
LA ERA MC LAREN: LOS TÍTULOS COMIENZAN A LLEGAR
Habiéndose hecho un nombre en la Fórmula 1, Senna llegó a Mc Laren-Honda en 1988, uno de los equipos más importantes, junto a Ferrari y Williams. En esa primera temporada con Mc Laren, Senna venció en ocho de 16 carreras, en una reñida competición en la que superó, con 90 puntos, a su compañero de equipo, el francés Alain Prost, que hizo 87.

UN CLÁSICO: SENNA A BORDO DEL MC LAREN CON SU CASCO CON COLORES DE LA BANDERA DEL BRASIL.
En 1989, Senna volvió a disputar el campeonato con Prost, quien esta vez se impuso con 76 puntos contra 60 del brasilero, en una temporada que no estuvo exenta de polémicas entre ambos conductores, que generaron una de las rivalidades más grandes de la Fórmula 1.
Al año siguiente, Senna tomaría su revancha, sin tener como compañero de equipo a Prost, que pasó a la italiana Ferrari. En ese año, Mc Laren contrató al austriaco Gerhard Berger, con quien el paulista conformó una recordada dupla. Con seis victorias en la temporada, Senna obtuvo su segundo campeonato, sumando 78 puntos contra 71 de Prost.
En 1991 Senna lograría su tercer y último título, tras una encarnizada lucha con el inglés Nigel Mansell, que competía por Williams. El paulista ganó las cuatro primeras carreras y parecía imparable; pero Mansell comenzó a acercarse peligrosamente en las siguientes. En la mitad de temporada, Senna se impuso en Hungría y Bélgica; pero se dejó estar nuevamente.
Mansell otra vez se acercaba en la clasificación; pero en la penúltima carrera, en Japón, Senna se coronó campeón pese a quedar segundo, debido a que el inglés tuvo que abandonar por problemas con su vehículo. Grande fue el gesto del brasileño de dejar que su compañero de equipo, el austriaco Berger, lo pase y se lleve la carrera.
Sin embargo, en 1992 no tuvo una buena temporada: terminó en cuarta posición con 59, muy lejos de Mansell, que venció de punta a punta con 108. En 1993 mejoró su performance, al quedar subcampeón, con 73 puntos; pero Prost reverdeció viejos laureles y se llevó el título con 99 unidades.
1994: LA ÚLTIMA
Luego de seis temporadas con Mc Laren, Senna fue contratado por Williams, teniendo como compañero al inglés Damon Hill. Tuvo un pésimo comienzo de competición: en Brasil y Japón logró la "pole position", pero tuvo que retirarse de ambas carreras por problemas con su monoplaza.
El 1 de mayo de 1994, Senna partió primero en la parrilla, al lograr, por última vez, la "pole-position". En las pruebas previas del día anterior, falleció el piloto austriaco Roland Ratzenberg a causa de un accidente. Esto causó la indignación del paulista, quien reclamó a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) por la seguridad de los pilotos.
Ese fatídico domingo, Senna mantuvo la primera posición durante las seis primeras vueltas. En la séptima vuelta, su coche impactó contra un paredón de cemento a más de 300 kilómetros por hora. Un impacto de la rueda derecha, que se desprendió, y de la varilla de suspensión en el casco le causó un fuerte golpe en la cabeza.
Senna fue trasladado al hospital Maggiore de Bolonia, donde falleció cuatro horas después.
Su muerte conmocionó al mundo del automovilismo y al Brasil entero, que veía como una de sus leyendas deportivas se iba de este mundo de manera trágica. Su entierro en San Pablo fue multitudinario.
Meses después, la Selección brasilera de fútbol obtuvo la Copa del Mundo en Estados Unidos tras vencer a Italia por penales. Cuando celebraban en la cancha del Orange Bowl, mostraron un cartel que rezaba "¡Senna, aceleramos juntos, el tetra es nuestro!", en alusión al cuarto campeonato que no pudo conseguir el ídolo paulista, pero que sí pudo lograr la "canarinha" en el verde.

Han pasado nuevos íconos como el alemán Michael Schumacher, quien llegó a lograr siete campeonatos de Fórmula 1. Pero Senna, con tres títulos en una década, marcó una época y hasta hoy no se le olvida.
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