Con el conteo de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) al 66.82% de las actas escrutadas, todo hace indicar que Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori disputarán la segunda vuelta este 5 de junio. Y ahora el partido de PPK debe repensar una estrategia para ganar los votos de muchos y distintos sectores del país, entre ellos, los ganados por el Frente Amplio: 6 regiones del Sur en las que, según el conteo rápido de votos, Verónika Mendoza logró la victoria.
En ese sentido, el partido Peruanos por el Kambio ya ha mostrado, a un día de las elecciones del 10 de abril, su estratégica disposición a dialogar con el frente de Izquierda. Carlos Bruce dijo este lunes que estaban dispuestos a hacer alianzas con el Frente Amplio, la misma actitud que mostró el jefe de campaña de Peruanos Por el Kambio, Jorge Villacorta. Mercedez Aráoz también señaló que el plan de PPK tiene coincidencias con el programa frenteamplista.
No obstante, cabe subrayar situaciones que podrían complicar un eventual entendimiento. Desde el movimiento de PPK se promovió una serie de insultos y ataques tipo guerra sucia contra la coalición electoral de izquierda: chavistas, intervencionistas, retóricos y, no olvidemos, lo dicho por Kuczynski sobre Mendoza en Ica ("Una media roja que no ha hecho nada en su perra vida"). Además el Frente Amplio no olvidará otro hecho: el apoyo de PPK a Keiko Fujimori en el 2011.
De modo que en el FA hay razones para desconfiar de la actual 'buena disposición' de Peruanos por el Kambio. Roberto Espinoza, especialista en derechos indígenas y parte del equipo técnico del FA, sostuvo, por ejemplo, que Mercedes Aráoz, exministra durante el segundo gobierno de Alan García, debe responder por el 'Baguazo', conflicto en el que murieron 33 personas y otras 300 resultaron heridas, ya que ella se opuso a la derogación de los decretos legislativos que atizaron el enfrentamiento.
Todo parece indicar que uno de los puntos no negociables del Frente Amplio es su posición frente al fujimorismo. Marisa Glave subrayó, ante la mayoría que lograría Fuerza Popular en el Parlamento (más de 60 curules), que la principal labor del FA será la de ser oposición, y reiteró su discrepancia con el partido naranja, no solo por el tema de la corrupción, sino también por la ruptura de los derechos centrales que el país perdió y sigue sufriendo debido a su gobierno.
Pedro Francke, jefe del plan de gobierno del partido de izquierda, refirió que la "concentración de poder es peligrosa", en referencia a la nueva presencia naranja en el Congreso. "El resultado electoral nos muestra una gran preocupación respecto a que podamos tener un régimen fujimorista abusivo, cuyo pasado dictatorial y de violación de derechos humanos conocemos", dijo.
El tipo de relación de aquí en adelante entre el partido de PPK y Fuerza Popular influirá en la disposición del Frente Amplio, tanto en el Congreso como para la segunda vuelta, al momento de negociar acuerdos o consensos; y lo mismo hacia otros partidos.
Y es que, a diferencia de otros grupos, el FA ya anunció, en palabras de Verónika Mendoza, Marisa Glave, Pedro Francke y Javier Torres, que deben volver a las bases para consultar cuál la será la relación del movimiento frente al nuevo panorama político. Lo que también implica volver a realizar un trabajo hacia abajo en las regiones del Sur que le dieron su apoyo a Mendoza en las elecciones del 10 de abril.
En el FA reconocen que si bien los resultados electorales son favorables para ellos, reconocen también que hay que seguir con la construcción y consolidación del frente como opción política.Tendrán que seguir trabajando en un nivel partidiario, sobre todo en este contexto, en el que agrupaciones como Peruanos por el Kambio tenderán la mano, y buscarán presentarse con una supuesta imagen atractiva. Solo con ese trabajo partidario y de bases tendrán en claro sus puntos no negociables frente a las ofertas que se puedan venir.
Ahora con una izquierda con capacidad de negociación, suponiendo que el Frente Amplio decida o piense en una alianza electoral o congresal con PPK -si es que acaso eso fuera posible-, podrían hasta exigirle una hoja de ruta a Kuczynski que aborde algunos temas centrales que el FA, junto con Acción Popular, han puesto en el debate público: renegociación del gas, calidad del servicio de la salud pública, agricultura rural, etc. Se señala esto suponiendo que PPK quiera diferenciarse del fujimorismo de cara al 5 de junio.
(Foto: El Comercio)
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