Se hizo conocida en esta campaña electoral cuando volvió a estimular el debate público sobre la legalización de la marihuana o, como ella prefiere llamarlo, sobre la regularización del mercado ya existente de cannabis. Especialista en ciencias políticas, con veintinueve años y nacida en Lima, la candidata al Congreso por el Frente Amplio (FA), con el número 13, Rosario Grados Peña está dispuesta a llevar un tema polémico a la discusión pública, y a un congreso que tiende al conservadurismo y a no enfrentar de forma honesta la relación entre el narcotráfico y política.
En entrevista con LaMula.pe, Grados nos contó que ella, en conjunto con el FA, planean presentar un proyecto de ley a favor de "transparentar", además de regular, el actual mercado negro de marihuana, el cual invade las calles de distintas ciudades del país. "Transparentas una realidad que existe y comienzas a tener políticas claras sobre eso, sobre todo en materia de educación que es el tema que nos interesa, y que es para prevenir el uso de drogas", nos dice.
A diferencia de Uruguay, lo que Grados y también Ricardo Soberón, candidato al Parlamento Andino con el número 4 también por el Frente Amplio, vienen proponiendo son principalmente las modalidades del autocultivo y de los clubes cannábicos, y no farmacias abiertas, ya que estas opciones, según la candidata del FA, no abren el mercado de marihuana. Prevé que una propuesta para abordar este problema implique obligatoriamente tributación, como sucede con cualquier otro producto de consumo, además que ese impuesto "se pueda invertir en educación".
rosario grados (foto peru21)
"Los dos objetivos de este proyecto de ley tienen que ver con quitar a los jóvenes de las redes criminales, sobre todo las ligadas al narcotráfico, y su principal fachada la microcomercialización. La otra es incidir en políticas preventivas sobre el uso de drogas", precisa.
Grados, quien fuera técnica legislativa en la Comisión de Descentralización, junto con Verónika Mendoza, considera que los problemas de consumo de drogas y de la microcomercialización tienen una arista que suele ser subestimada: los jóvenes de los sectores con menos recursos tienen pocas oportunidades de estudio y trabajo. Este hecho es una de las realidades "que se llevan a la gente hacia otras cosas mucho más complicadas, y que a la vez se lleva sus vidas". "Sería bacán que nosotros digamos "no existe esto", pero la verdad es que existe y el Estado tiene que tomar políticas públicas claras", afirma.
LA VISIÓN DEL FRENTE AMPLIO
Resulta paradójico que el partido de izquierda, teniendo en sus filas a dos políticos que han puesto en la discusión pública la reforma de las políticas de drogas, como Grados y Soberón, en su plan de gobierno no se muestre algún objetivo estratégico y concreto en materia de narcotráfico. Sobre este punto, Grados consideró que si bien no tienen una meta concreta sobre la regularización de este mercado, lo que sí buscan conseguir es "la discusión de una política". "Hay una política que no está funcionando en el país. Me atrevería a decir que no hay una política antidrogas clara. Los recursos policiales terminan concentrándose en los eslabones más débiles. En el FA estamos pensando una política seria de la política antidrogas que no tenga que ver con el prohibicionismo", nos dice.
Interior de un club social de cannabis en Barcelona
Por otro lado, criticó a los partidos tradicionales de tener "un temor de destapar el tema del narcotráfico", y, en específico, su vínculo con el financiamiento de las campañas políticas, el cual estimula la corrupción así como otros problemas. En ese sentido el tema de la regulación de la marihuana "termina siendo una cuestión estratégica para comenzar a tener una lucha frontal contra eso", nos dice.
Juventud, política, prejuicios
Suele criticarse, casi es lugar común, en relación a los candidatos y políticos jóvenes, que éstos carecen de la experiencia y del conocimiento técnico necesarios para ser las personas idóneas para ocupar un cargo público, como el de ser Congresista de la República. Sin embargo, para la especialista en ciencias políticas, justo este es el punto que "parte aguas" con otras visiones políticas.
"Nosotros, las fuerzas de izquierda, pensamos que la política es una cuestión de todos. Donde la vinculación con los destinos de tu vida debe ser una cotidianidad, planteando la politización de sus vidas. La representación no necesariamente es técnica, sino de voluntad política. Más allá de si seas joven o no, tiene que ver con el entendimiento de la política, que no es una cuestión etaria, sino una cuestión por vincular a la gente con las decisiones del país. La política termina decidiendo nuestros destinos, y si decide tu destino te tienes que involucrar", dice.
En esa línea de reflexión y acción, recuerda su experiencia como integrante de la zona 10, movilización de jóvenes que aunó su voz de protesta a las multitudinarias marchas contra la "Ley Pulpín", la cual terminó por ser derogada. Además, ella es responsable, junto con otras personas, de diseñar el proyecto de ley "Chamba digna", que tiene el objetivo central de que se creen puestos laborales para jóvenes y, por consiguiente, ofrecerles más oportunidades de desarrollo. "El tema es darles a las empresas beneficios tributarios, sobre todo en el Impuesto a la Renta. Y la otra parte importante del proyecto es el cofinanciamiento, junto con el Estado, a la empresa para cubrir el tema de salud y pensiones", explica.
Otro aspecto que está en la mira de Grados, en materia de producción normativa, es que la anticoncepción oral de emergencia (AOE) retorne cuanto antes a los servicios públicos de salud. El problema detrás de esta necesidad es que dicha opción cuesta entre 25 y 30 soles, y "no es un precio al cual puedan acceder chicas de 14 o 15 años". Opinó que para ello se debe "dejar de lado el tema de la moral católica" en el desarrollo de políticas públicas. "No se le puede condenar a miles de mujeres a tener una vida que ellas no quieren", sentencia.
Grados reconoce que los temas que ella quiere poner sobre la mesa son complicados, pero justamente estos, nos dice, deben empezarse a discutirse como políticas nacionales.
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