La decisión de Barack Obama de desclasificar archivos secretos sobre la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976-1983 y que interrumpió el gobierno de María Estela Martínez de Perón, ha despertado polémica en la víspera de la conmemoración de los cuarenta años del inicio de un gobierno que marcó la historia contemporánea del país sudamericano. 

Según destaca el New York Times, los documentos estadounidenses "revelarían qué sabía el país norteamericano" sobre la brutal guerra sucia que se llevó a cabo durante las décadas de los 70 y 80. No olvidemos, además, que la referida dictadura ha sido responsable de la desaparición y asesinato de miles de personas. 

La postura oficial del gobierno de Obama ha sido expresada por Susan Rice, asesora de seguridad del mandatario estadunidense: la Casa Blanca honrará la memoria de las víctimas argentinas con la desclasificación de los informes militares y secretos. 

El gesto diplomático ratificaría lo que otros archivos hechos públicos antes, por presión de los organismos de derechos humanos, han probado: que Estados Unidos fue cómplice de la referida dictadura militar. Así lo destaca Peter Kornbluh, analista del National Security Archive, un grupo que está en contra del secreto gubernamental:

"[La decisión de Obama] no solo repara el apoyo de los Estados Unidos al golpe y la represión que siguió, sino que facilita pruebas y respuestas a las familias de las víctimas de violaciones a los derechos humanos que continúan buscando a sus seres queridos en Argentina 40 años después del golpe". 

¿A qué se refiere este analista? En los documentos anteriormente 'liberados' se revela el nivel de conocimiento de las tácticas brutales que practicaron los militares argentinos. Así, uno de los archivos expone una conversación entre Henry Kissinger, entonces secretario de Estado de los Estados Unidos, y César Augusto Guzzetti, por entonces canciller del gobierno dictatorial. En ese diálogo, el funcionario norteamericano parece que sugiere un apoyo a la asonada militar: "Si hay cosas que hacer, debes hacerlas ya". 

La complicidad de EEUU con la dictadura que tuvo entre sus líderes a Jorge Rafael Videla no ha sido olvidada (y con razón) por un importante sector de la ciudadanía argentina. 

Como prueba de ello, organismos de derechos humanos (entre los cuales destacan la Asociación de las Abuelas de la Plaza de Mayo) ha decidido no ir al homenaje que realizará Obama a los 30 mil desaparecidos de la dictadura argentina en el Parque de la Memoria el 24 de marzo: 

"Reconocemos la buena disposición de desclasificar los archivos a partir de nuestro pedido histórico pero hubiera sido mucho mejor que viniera en otra fecha donde no estuviera a flor de piel lo que estamos recordando", ha dicho Estela de Carlotto,  presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo. 

Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, por otro lado, demandó que el presidente de Estados Unidos reconozca la responsabilidad de su país: 

"[...]esperemos que, cuando se exprese, hable de la responsabilidad del gobierno de los Estados Unidos con la dictadura. Eso sería como comenzar a cambiar algunas cosas. [...] Estados Unidos es el responsable de los golpes de Estado en América Latina", manifestó. 

EL FACTOR MACRI

Aunque Obama ha recibido, con buen ánimo, el agradecimiento de Mauricio Macri por la desclasificación de los archivos, lo cierto es que muchos argentinos saben que los derechos humanos no son un tema que le interese o agrade al mandatario argentino, quien siendo candidato manifestó que con él se acabaría el "curro [estafa] de los derechos humanos". Sobre este tema, el escritor y docente del Instituto Patagónico de la Artes, Ezequiel Epifanio, declaró, en exclusiva, para LaMula.pe:

"Macri, que tuvo complicidad civil con la dictadura, y nunca le dio entrada a los derechos humanos, invita a Obama, presidente del país que financió el golpe, justo para esta fecha [cuando se cumplen 40 años del golpe militar]. Lo tomamos como una provocación y un ninguneo a los que pelean desde hace mucho [por encontrar justicia para los familiares de los desaparecidos]". 

Epifanio, quien también se desempeña como guionista y productor en Televisión Rionegrina, cuando menciona la "responsabilidad civil de Macri", hace referencia a los negocios que su familia hizo durante la dictadura militar. En 1973, los Macri tenían siete empresas; diez años después aumentaron a 46. 

[Con información de Página 12]

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