Este es, en definitiva, el año de Leo. DiCaprio ha recibido en 2016 su quinta nominación como actor, sin haber ganado jamás el premio de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, considerado el galardón de cine más importante del mundo. Este año, sin embargo, la mala suerte para ser nominado en competencia con actuaciones invencibles se ha revertido: aunque se trata de excelentes actores, ninguno de los cuatro contrincantes podría afirmar que su trabajo nominado este año tiene más fuerza o ímpetu que la de Leonardo DiCaprio.
Tras sus aventuras como galán en What's Eating Gilbert Grape, como aviador en The Aviator, como cazarrecompensas en Blood Diamond y como multimillonario en The Wolf of Wall Street, DiCaprio se convierte en el aventurero por antonomasia interpretando al sobreviviente de un ataque de oso en The Revenant. Su viaje de tres horas para regresar a la vida y encontrar venganza, dirigido por el magistral Alejandro G. Iñárritu y filmado por Emmanuel Lubezki, se ha convertido en un monstruo de la taquilla y la crítica. Si, como tendría que ser, DiCaprio gana el Oscar al Mejor actor este domingo, habrá valido la pena la espera: The Revenant es una película bella, irrepetible y basada en nueve meses de trabajo bajo condiciones que convierten al Hugh Glass de DiCaprio en una fuerza más de la naturaleza.
El siguiente en esta carrera, aunque lleva varios metros de atraso, es Michael Fassbender y su versión del creador tecnológico Steve Jobs. Aunque no cabe duda de que Fassbender hace un mejor trabajo interpretando a Jobs que Ashton Kutcher, que protagonizó la anterior película sobre el fundador de Apple, sigue quedando la pregunta por la necesidad de hacer otra película sobre la vida del mismo personaje. Entre Steve Jobs y Macbeth, Fassbender ha tenido un buen año que justifica su segunda nominación al Oscar.
Eddie Redmayne, que ganó como Mejor actor el año pasado, presenta otra actuación impecable en The Danish Girl, pero lo impecable le quita cualquier posibilidad de acercarse siquiera al poder de la actuación de DiCaprio. Lo mismo pasa con Bryan Cranston en Trumbo y Matt Damon en The Martian: aunque son actuaciones que prácticamente cargan sus respectivas películas sobre hombros, ninguna de ellas alcanza los talones de la espectacular película entregada por DiCaprio, Iñárritu y Lubezki.
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