La aviación rusa realizó en los últimos siete días 510 misiones en Siria, en el curso de las cuales destruyeron cerca de 1.900 instalaciones y puestos fortificados de los yihadistas, informó hoy el Ministerio ruso de Defensa. 

Los ataques aéreos fueron lanzados en las provincias de Alepo, Latakia, Deir al Zor, Daraa, Hama, Homs, Hasaka y Raqa, precisó en una comparecencia de prensa el portavoz de esa cartera, el general Ígor Konashénkov.

Agregó que en la provincia de Latakia aviones Su-25 atacaron tres columnas de los yihadistas que transportaban pertrechos:

"Se verificó que en esa acción fueron destruidos nueve camiones cargados con municiones y murieron más de cuarenta guerrilleros".

Konashénkov señaló que "se observan deserciones masivas" en los destacamentos armados que actúan en la zona de Alepo:

"Los terroristas intimidan a la población y empujan a la gente hacia la frontera con Turquía. Los guerrilleros abandonan sus armas y tratan de mezclarse en esas columnas (de refugiados), porque saben que los aviones rusos y las tropas sirias no atacan a los civiles".

El portavoz denunció una campaña en Occidente para acusar a Rusia de los bombardeos contra Alepo:

"Las cosas han llegado a tal punto que los principales canales de televisión estadounidenses y europeos presentan imágenes de destrucciones causadas mucho antes del comienzo de la operación rusa en Siria como si fueran consecuencia de los bombardeos rusos".

Además, destacó que ayer dos aviones estadounidenses procedentes desde Turquía bombardearon Alepo, tras lo cual el Pentágono declaró que cerca de 50.000 habitantes de la ciudad habían quedado privados de los servicios básicos como resultado de los ataques rusos:

"Ayer los aviones rusos no actuaron en la zona de Alepo. Su objetivo más próximo a la ciudad se hallaba a una distancia de 20 kilómetros".

Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, desarrolla una campaña de bombardeos en el territorio sirio desde finales de septiembre del año pasado, su primera intervención militar directa en el país árabe desde el estallido, en 2011, del conflicto. (EFE)

(Foto de cabecera: EFE)