Allá por abril del 2012, el entonces presidente de Hungría, Pál Schmitt, anunciaba en el Parlamento de su país la renuncia a su cargo tras el escándalo generado por el descubrimiento de diversos plagios en su tesis doctoral que terminó por hacer que se le retire este grado. Aquí en el Perú, en el 2016, un candidato a la Presidencia -famoso, irónicamente, por ser dueño de varias universidades- que en algunas encuestas figura como segundo en las preferencias del electorado, parece haber caído en lo mismo. ¿Qué suerte correrá?
Como ya casi todos sabemos, hace un par de días la antropóloga Sandra Rodríguez publicó en twitter unas cuantas páginas del resumen de la tesis de César Acuña (ojo, no la tesis en sí) en los que encontró que el candidato a la presidencia copiaba, con puntos y comas, párrafos enteros de otros trabajos. Con el pasar de las horas, ella y otros ciudadanos fueron descubriendo más y más plagios, ahora sí en la tesis de doctorado misma, y también en su trabajo para obtener el grado de Magíster, y hasta en documentos publicados por la Universidad César Vallejo, de la que es propietario. A partir de una primera denuncia hace un par de días, aparecieron cada vez más casos. Como una bola de nieve.
Pero más allá de los ‘screenshots’ publicados, se necesita un análisis pleno de estos documentos para tener pruebas fehacientes de que César Acuña ha incurrido en esto, o más bien, para saber de cuánto es el volumen del contenido publicado que no es original ni ha sido correctamente citado. Ese análisis ya está hecho.
Utilizamos Turnitin, la herramienta líder de evaluación de trabajos académicos. Profesores de todo el mundo la usan para verificar la originalidad de lo presentado por sus alumnos. El reconocimiento al que hacemos mención no es exagerado. Este software es utilizado por más de 10,000 instituciones en 135 países. El Perú es uno de ellos.
Al chequear la originalidad de un texto, el programa lo compara con su vasta base de datos, que está en constante actualización, y que consta de más de 45 mil millones de páginas de contenido digital (incluso el que en algún momento ha sido archivado en Internet pero que ya no está disponible), más de 337 millones de trabajos subidos por estudiantes al programa mismo, y lo producido por más de 130 mil revistas y publicaciones académicas.
Viendo lo popular y probadamente efectivo que es este software, se nos hace difícil pensar que la Universidad Complutense de Madrid no haga uso -o al menos tenga conocimiento- de el. Y nos hace preguntarnos, también, qué pasó en este caso para que semejante trabajo haya llegado a ser calificado como 'sobresaliente' en esa casa de estudios. Si quieres entender mejor cómo funciona este software puedes ver este video:
Jaqueline Fowks, en su nota para El País de España (por que sí, este escándalo obviamente ya cruzó fronteras) señala que en las primeras 165 páginas de esta tesis se ha encontrado un promedio de 80% de similitudes con otras publicaciones. El documento cuenta con 394 páginas, por lo tanto -para posibilitar su análisis íntegro por el software mencionado- lo dividimos en cinco partes. El resultado porcentual sumario de similitudes es este:
Entonces, haciendo un promedio de porcentajes, llegamos a la conclusión de que César Acuña habría plagiado el 65,4% de su tesis de doctorado. Como podemos ver, las partes 2 y 3 de la tesis (que vendrían a ser el marco teórico y el desarrollo metodológico) llegan al 90% de similitud con otros trabajos.
En las partes 3 y 4 también se llega a casi el 50% de similitudes. Estos acápites incluyen la información de la investigación de campo, cuyos datos, se supone, deben ser únicos. Estas áreas, entonces, componen el cuerpo de la tesis, es decir, son la parte más importante de ella, donde el autor lleva hacia un lugar nuevo la bibliografía y los conceptos que seleccionó (previa citada de todo lo compilado) en su marco teórico.
Al ver que la mitad de esta sección es identificada por TurnItIn como no original, no es descabellado inferir que César Acuña habría plagiado, también, en su recolección de datos de campo. Esto quiere decir que el candidato de APP no solo plagió ideas de otras personas y las hizo pasar como suyas, sino también habría inventado información de un trabajo de campo o encuestas que, es probable, nunca se realizaron.
La tesis que hemos analizado en este post estaba abierta para descarga libre desde la cuenta de Scribd de Acuña. Tomando en cuenta los últimos sucesos, era de esperarse que este documento académico ya no aparezca ahí. Un manotazo de ahogado este, o una medida desesperada de alguien que no entiende los ritmos del Internet, pues ya mucha gente tiene el documento en sus manos. O más bien en sus archivos de computadora. Entre ellos estamos nosotros, y ahora lo volvemos a subir con el añadido de los subrayados del análisis de TurnItIn, para que ustedes también los puedan ver y saquen sus propias conclusiones.
Esta mañana la Universidad Complutense de Madrid emitió un comunicado en el que anunció una investigación a partir de toda la información publicada y señaló que "será rigurosa y protegerá los principios de buenas prácticas académicas que rige sus actividades, en su larga trayectoria". Con las pruebas aquí mostradas, consideramos que queda poco por investigar al respecto.
Es posible, entonces, que Acuña pierda su grado. Y como consignó en su hoja de vida que presentó al Jurado Naiconal de Elecciones (JNE) que es doctor, estaría incurriendo en el delito de falsedad, cuya consecuencia -según el mismo titular del JNE- sería la invalidación de su candidatura presidencial.
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