El ministro de Ecosocialismo y Aguas de Venezuela, Ernesto Paiva, dijo este domingo que "es muy duro" que desde 2013 se mantenga una sequía en el país y advirtió que la presencia del fenómeno climático El Niño hará que en los próximos meses haya aún "menos precipitaciones".
"Venimos de tres años de sequía; eso es muy duro, porque ha sido uno tras otro. Es distinto que haya un año de sequía y uno lluvioso, porque el lluvioso compensa el otro desde el punto de vista del almacenamiento", y con El Niño "se augura que en los próximos meses haya menos precipitaciones", dijo Paiva en una nota de prensa.
Informó que las empresas hidrológicas del país han evaluado el nivel de los embalses y han establecido que los estados más afectados son los orientales de Sucre y Nueva Esparta, el céntrico de Vargas y los occidentales Falcón, Carabobo y Zulia.
El presidente de la Hidrológica del Lago de Maracaibo, en Zulia, Freddy Rodríguez, manifestó en la misma nota que se deben ordenar restricciones en el consumo al menos hasta el próximo abril, mes que marca el período de inicio de las lluvias en la zona.
"Entramos el 2016 con embalses de bajo nivel y estamos intensificando más acciones para lograr que el agua que tenemos disponible en nuestros embalses nos permita llegar hasta el próximo período de precipitaciones correspondiente a los meses de abril, mayo y junio", detalló.
El presidente del estatal Instituto de Meteorología e Hidrología (Inameh), José Sottolano, declaró el pasado 6 de enero que se espera que este año el fenómeno El Niño "sea de categoría fuerte".
Venezuela vivió entre 2013 y 2014 el séptimo período más seco de los últimos 60 años, aunque ya en 2010 sufrió una sequía que obligó a severos racionamientos nacionales de agua y electricidad como consecuencia de los bajos niveles en represas que permiten la generación hidroeléctrica, sobre todo en el este del país.
En 2014 la sequía de "extrema a severa" en 9 de los 24 estados de Venezuela obligó al "bombardeo" de nubes, técnica que consiste en inyectar desde un avión yoduro de plata a las nubes con mayor cantidad de agua para que esta se condense y generen lluvias.