El malecón elevado de la Costa Verde ha generado, desde su concreción, fastidio para un sector importante de la ciudadanía; una razón más para que el desacuerdo con el modo de trabajar del alcalde Luis Castañeda Lossio se reavive y tenga de nuevo argumentos para la desazón.
Y es que 1) el enrejado amarrillo de este malecón no representa lo que se previó en el proyecto, además 2) no fue construido adecuadamente. Por otro lado, 3) se interpreta que el color con que fue pintado responde a fines políticos, y 4) su aparición conllevó a un triste show de 'deportistas' posiblemente contratados para reafirmar su utilidad (¿?).
Desde su inauguración, los medios han recogido críticas y apreciaciones de sobre esta polémica construcción. Recordemos aquella que circuló en Facebook, en la que usuario Luciano Canella Trou, a través de un video, envía un mensaje enfático al alcalde, mientras se encuentra al lado de dicha obra:
"Castañeda sácame esto, es la Costa Verde de todos y la queremos ver bonita. No la queremos ver tu autoimagen o tus ideas retorcidas de cómo debería ser el lugar. Es de todos, no es tuyo, no es tuyo compare, es de todos, sácame esto, no es tu casa, sácame esto por favor".
Dos formas de protesta
Ahora, la usuaria de Facebook, Valeria Reiterer, propone una manifestación orientada hacia ciertos sentimientos considerados por muchos positivos (amor y el significado que puede tener para algunos la policromía). Recordemos que esta manifestación no es nueva (los candados de amor), y está presente en distintas partes del mundo.
Por su parte, el artista Álvaro Portales, respondió a la propuesta de Reiterer -con cierto sarcasmo hacia el positivismo de la misma- sin dejar de lado la crítica a la obra de Castañeda: en vez de candados propuso condones usados.
Más allá de la afirmación naif de Reiterer ("a veces con protestas no se gana nada), aunque no se lo propuso, esta idea pretende poner una visión por encima de la edil -la cual no termina por gustar a muchos-. En ese sentido, acepta lo que ya está; añade a ella lo que algunos consideran importante.
Al final las dos propuestas son destructivas, una más que otra, por intención o no. Como lo ha citado Utero.pe, los “candados del amor” colocados en el Puente de las Artes sobre el río Sena, en París, terminaron por provocar, debido al peso, la caída de una baranda de dicho puente. Fue así que las autoridades francesas tuvieron que retirar todas las barandas con candados.
Poner condones usados, en cambio, podría acelerar la aparición del óxido en los fierros de esta vía, además de asociar el malecón elevado con este tipo de desperdicio, lo que estimularía que la gente no quiera pasar más por allí; además de dejar un claro mensaje sobre lo que siente la gente sobre esta obra de la gestión de Luis Castañeda.
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