Después del ataque al corazón que sufrió en el año 2004, David Bowie redujo considerablemente sus presentaciones en vivo. Canceló las 14 fechas finales de su gira de entonces, A Reality Tour. El cantante que había grabado en la cultura popular sus múltiples rostros, se vio obligado replegarse. 

Su reaparición se dio en el 2005, en el Fashion Rocks. Bowie apareció en el escenario con un estado de salud evidentemente maltrecho: subido ligeramente de peso, serio, con una mano vendada, la otra temblando y una intensidad de voz que no le alcanzaba para los coros de Life on mars. Sus expresiones demostraban su disconformidad con lo que estaba haciendo. 

Pero meses después volvería a subir al escenario, esta vez con la banda Arcade Fire. Bowie, con guitarra en mano, estaba de regreso. Con un mejor semblante, volvía a disfrutar del escenario. Tocaron Wake Up de los canadienses y Five Years del británico. 

A inicios del 2006 anunció que tomaría un año sabático. Nada de conciertos ni de álbumes. Pero en Mayo sorprendió al público londinense cuando apareció en el Royal Albert Hall para cantar Arnold Layne junto al ex Pink Floyd David Gilmour. Bowie sonriente, agradeció los aplausos y dijo que esperaba estar a la altura del show. Lo estuvo. Al final redirigió los aplausos a Gilmour y le agradeció la invitación. "Estuvo genial", dijo. 

Su última aparición para cantar en vivo se daría en noviembre de ese año a propósito del concierto benéfico Keep a Child Alive. Bowie fue anunciado por Alicia Keys y entró al escenario cantando Wild Is The Wind. Luego cantaría, junto con Keys, Changes. Eso sería todo. Sus dos últimos discos no se presentarían en vivo. 


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