En High-Rise, la novela de ciencia ficción de 1975 de JG Ballard, se plantea el siguiente experimento social: un arquitecto con aires de grandeza diseña y construye un rascacielos inmenso en el que cabe toda una sociedad. La clase alta vive en los pisos de arriba, la media en los del medio y la baja, abajo. Además, el edificio está diseñado de tal forma que parece determinado a aislar a sus habitantes del mundo exterior, proveyéndolos con supermercados, gimnasios y hasta lugares de trabajo para todos los extractos que conviven sin convivir.
Poco a poco, una serie de pequeños cortes de luz y problemas entre vecinos generan una anarquía sangrienta en la que todas las convenciones sociales y de comportamiento son desechadas y los habitantes se entregan a sus instintos más básicos.
En la adaptación cinematográfica de Ben Wheatley, estrenada el 2015 en el Festival de Cine de Toronto, esta historia se desarrolla con un ensamble estelar compuesto por Tom Hiddleston, Jeremy Irons, Elisabeth Moss, Sienna Miller y Luke Evans.
A juzgar por el recién lanzado tráiler, esta interpretación mantiene la energía visual de la novela de Ballard, permitiéndole al experimento social llegar al desenfreno absoluto característico de las películas de Wheatley (A Field in England, Kill List) sin perder el énfasis estético.
Además, el director Ben Wheatley publicó esta semana este vertiginoso afiche:
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