En la categoría 6 a 12 años, el niño Víctor Adolfo Chalco Sutta ganó el  III Concurso Latinoamericano de Cuentos de FUNDACIÓN MAPFRE, "El futuro en nuestra manos". El pequeño, estudiante del I.E.P. Claret, consiguió este reconocimiento con su cuento "El sueño del presidente".

El alumno de Arequipa ha sido premiado con una laptop y una bicicleta. Y a la tutora que presentó el cuento, Eugenia Mendoza Flores, una laptop. Al centro educativo correspondiente, un paquete de material educativo.

El relato de Chalco cuenta la historia de un presidente que recuerda su pasado de niño, y cómo la realidad social que evoca rememoración tiene algunas carencias concretas que lo entristecen, y que, sin embargo, ve el modo de suplirlas, mejorarlas. Sus sentimientos de esperanza y optimismo, a favor de un mejor país, logran conectar al yo niño y al yo presidente en uno solo.

A continuación te dejamos el cuento completo:

el sueño del presidente

En la república del Perú, el Sr. Presidente “Víctor Chalco” cumplía las recargadas actividades de su agenda. Las reuniones con los ministros, firma de convenios, lo dejaban totalmente agotado al finalizar su día. Una tarde, decidió tomar un descanso. Ingreso a su despacho, se recostó en su sillón, y se puso a pensar en todo lo que soñaba cuando era niño, las labores que quería realizar y su gran intención de cambiar las cosas y ayudar a las personas. Cerró los ojos y empezó a recordar. 

Cuando yo vivía en mi ciudad hermosa llamada Arequipa, me encantaba despertar por las  mañanas muy temprano, me levantaba y salía a caminar por la calle principal que conduce a un espacio verde, me deleitaba con el aire fresco y pensaba en lo maravilloso que sería cambiar el aspecto de mi ciudad y de mi país, ayudar a las personas para que no haya pobreza y todos puedan vivir felices. esto era una promesa para mí, porque me estaría acercando cada vez a lo que quería ser. 

No dejaba de pensar lo diferente que sería mi ciudad, y mi vida si logrará ser un gran presidente,  siempre le decía a mi papá y a mi mamá, cuando sea grande quiero ser un gran presidente,  “recorreré todo el país haciendo el bien”, “me verán en la televisión”,ayudaré a los niños más pobres y los apoyaré para que logren también sus ideales. haré de mi país el mejor del mundo, sería fantástico mamá. estoy seguro de eso, aunque no importa en cuanto tiempo pero lo voy a lograr. 

Mi madre me escuchaba y con una sonrisa en los labios me tomo del brazo, me abrazo fuertemente  acariciando mi rostro, emocionada me mira y me contesta; hijo, tú serás lo que quieras ser porque tienes esa fuerza interior y las ganas para lograrlo, estaré rezando por ti para que cumplas todos tus propósitos. El salón se inundó de ternura y amor, dando esperanza a todo sueño de niño. 

Justo en esos tiempos mi país no contaba con una buena condición económica por los malos  manejos de las autoridades. Mi barrio lucia muy triste y abandonado, y no contaba con campos deportivos, ni parques para que los niños puedan divertirse de la mejor manera. Al ver esto me daba mucha tristeza, ver a mis amigos sin poder jugar en buenas condiciones debido al abandono de las autoridades que no realizaban proyectos en mi barrio. 

Pero aun así no me daba por vencido, sabiendo de lo difícil que sería hacer algo a mi edad, decidí  juntar a mis amigos en aquel espacio donde todos se reunían a jugar, me encantaba verlos disfrutar de esos momentos de alegría, triunfos, enojos, desilusión, y energía que contagiaba pedí a mi padre que me acompañará a vivir aquellos momentos tan felices pero en el fondo, sabía que yo podía hacer mucho más a mi corta edad. 

Entonces pensé y le pedí a mis vecinos que me acompañaran e hicieran el esfuerzo de poner en buenas condiciones una cancha de fútbol para mis amigos, todos se involucraron y se prendieron al proyecto, hicieron toda una campaña de colecta para lograr el objetivo. Culminada la obra con la presencia de todos los vecinos de la comunidad y junto a quienes apoyaron el deseo de ver una hermosa plaza con diferentes juegos para los más pequeños, una cancha de fútbol y otra de voley.

Era un día maravilloso, la naturaleza se confabulaba para ser especial y radiante, todos esperaban el momento solemne de la gran inauguración, ahí, estaba también yo, acompañado por mi familia, se me veía feliz, mis ojos se inundaron de fe y esperanza, me invitaron a ingresar a la cancha y lo hice con la mirada puesta en toda aquella multitud coreando mi nombre, recordaba mis palabras con mi padre y mi madre, parte de aquel anhelado sueño mío había llegado. 

Yo estaba muy feliz y satisfecho y desde ese día me prometí a mí mismo estudiar mucho y hacer  las cosas correctas para que en un futuro pueda realizar mi sueño “SER UN GRAN PRESIDENTE Y AYUDAR A TODAS LAS PERSONAS DE MI PAÍS” 

… fue ahí que el presidente abrió los ojos, se levantó de su sillón y con lágrimas en los ojos por todos  los recuerdos que le vinieron a la cabeza, decidió que dejaría el cansancio y se dedicaría a más actividades para ayudar a las personas y en especial a los niños de su país.


FIN


[Fuente: Fundación Mapfre]



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