Sábado 29 de diciembre de 2001, 19:15 horas: un vendedor informal de pirotécnicos encendió uno de sus productos para hacer una demostración en las calles de Mesa Redonda, pero la acumulación de cajas de dichos productos en galerías aledañas ocasionó una serie de explosiones y desataron un enorme incendio que dejó más de 300 muertos, entre comerciantes, compradores y taxistas, así como centenares de heridos.
Hoy se cumplen 14 años de la tragedia que enlutó al Perú entero y los deudos y familiares de las víctimas las recuerdan con una serie de actividades en su memoria, sin embargo, las heridas físicas y emocionales en sus corazones siguen abiertas, ya que muchos de ellos sienten que sus demandas no han sido atendidas por los tres últimos gobiernos de turno.
Durante la gestión del expresidente Alejandro Toledo, se asignó un terreno para las víctimas del incendio para que pudieran seguir ganándose la vida en la zona de Mesa Redonda, pero se hizo de un modo tan caótico que personas ajenas a la tragedia terminaron beneficiándose.
En el gobierno de Alan García el Estado, los damnificados señalaron que no se hizo nada por ellos. En el 2007, la Corte Suprema resolvió compensar a las víctimas con S/.200.000 para cada una por concepto de reparación civil, pero en la versión escrita de la resolución se indicaba que dicha suma debía ser repartida entre todos los deudos, es decir, que cada uno terminaría recibiendo la irrisoria cifra de S/.700.
En el 2008 se inició un proceso judicial donde el Estado fue hallado como tercer responsable civil, debido a que el general PNP Luis Sánchez Arias había ordenado quitar el cordón policial el 19 de diciembre, permitiendo el ingreso de pirotécnicos y que produjo que la proporción de la tragedia fuera grande. Además, de las 200 procesados, entre los que figuraban los mismos comerciantes, solo fueron sentenciadas siete personas.
En noviembre del 2014, durante la gestión de Ollanta Humala, se aprobó la creación de una comisión multisectorial conformada por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN), el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y la Municipalidad Metropolitana de Lima, que tenía como tarea identificar a los damnificados no atendidos y realizar un padrón oficial. Sin embargo, dicha nómina aún no ha sido elaborada, informa La República.
MESA REDONDA SIGUE SIENDO UNA BOMBA DE TIEMPO
Si bien la Municipalidad Metropolitana de Lima ha restringido el tránsito vehicular, prohibido la venta ambulatoria y la venta de pirotécnicos en el cuadrante de Mesa Redonda, esta zona sigue siendo considerada una bomba de tiempo.
De acuerdo a Augusto Franklin, comandante de los bomberos de Lima Centro, la presencia de productos inflamables como plástico y papeles en las escaleras y pasadizos de las galerías son un peligro latente ante un eventual incendio.
A ello se suma la gran afluencia de público durante estas fechas, que pese a la señalética que se ha colocado en las inmediaciones de la zona comercial, la mayoría no sabe cuáles son las rutas de evacuación.
Los cables aéreos de telefonía y la falta de hidrantes son otro gran problema que necesita ser resuelto cuanto antes para evitar que se registre otra tragedia como la de 14 años atrás.
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Con información de La República
