La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) presentó hoy su informe "Previsiones Mundiales del Petróleo 2015", en el que proyecta que el petróleo empezará a recuperarse luego del descenso sufrido este año, que lo ha situado en su valor más bajo en una década (más de US$30 por barril), e inicie una tendencia alcista que lo lleve hasta los US$80 en el 2020 y los US$160 en el 2040. Esto siempre y cuando la economía mundial crezca entre 3.5% y 3.7% anual en el periodo 2016-2020 y después entre 3.6% y 3.3% en las dos décadas siguientes.
"Este comportamiento refleja una gradual mejora en las condiciones del mercado cuando la creciente demanda y un crecimiento menor del previsto de la oferta 'No OPEP', elimine la actual sobreoferta y conduzca a un mercado más equilibrado. Esto, a su vez, respaldará los precios", dice el informe.
El petróleo de la OPEP cotizó ayer a US$31.15 y sigue una tendencia generalizada a la baja desde principios de octubre, lo que le ha llevado a acumular una depreciación del 36% desde entonces. La caída de los precios se ha agudizado desde principios de diciembre, cuando los ministros del grupo no pudieron pactar un techo a su oferta conjunta de crudo pese al exceso de producción en el mercado.
Este exceso de oferta petrolera se produce en un momento en el que los países emergentes, especialmente China, han reducido sus previsiones de crecimiento y consumo de energía.
Además, se prevé que en los próximos meses se levanten las sanciones internacionales contra Irán por su programa nuclear, por lo que podrá aumentar su participación en los mercados de crudo.
Ante esta situación, los analistas de algunos bancos de inversión, como Goldman Sachs, no descartan que la actual oleada bajista pueda hundir la cotización del crudo hasta los US$20.
Pero según el informe que la OPEP ha publicado hoy, el esperado aumento de los precios en los próximos años irá de la mano de una creciente demanda energética, especialmente en los países emergentes de Asia, como China e India. "Mucho de este (crecimiento) seguirá estando concentrado en el mundo en desarrollo. Se espera que la industrialización, el aumento de la población y una expansión sin precedentes de la clase media constituirá el 63% del consumo total de energía global", indica.
En ese escenario, los combustibles fósiles en general, y el petróleo en particular, seguirán siendo los principales proveedores de energía. La OPEP reconoce la relación entre esa dependencia de los combustibles fósiles con las emisiones responsables del calentamiento global del planeta.
Así, mientras en la COP21, recientemente celebrada en París, se habló de impulsar las energías renovables en desmedro de los combustibles fósiles, éstos continúan en los planes de largo de plazo de los países miembros de la OPEP, y de otros.
(Foto: Efeverde)
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