Rusia está en la mira. Y es que varias organizaciones humanitarias y periodistas de Siria han acusado al gobierno de Vladimir Putin de lanzar agentes químicos sobre la población civil en uno de sus tantos ataques aéreos sobre el territorio sirio. 

Y aunque el Kremlin afirma que su ofensiva tiene como objetivo acabar con las facciones de Estado Islámico, muchos piensan que está dirigida a atacar a la oposición de la dictadura de Bashar Al-Assad, el presidente del país y aliado de Rusia. Es así que su mayoría de misiles apuntan hacia los rebeldes sirios que combaten al régimen, sin discriminar a la población de a pie. 

Si fuera cierta la acusación que recae sobre las fuerzas armadas rusas, Putin habría roto la Convención de Ginebra y violado los derechos humanos, un hecho bastante grave pues afecta a la población civil en tiempos de guerra. 

'Raqqa es Sacrificada en Silencio' es una organización cristiana cuyos periodistas denuncian todas las barbaries cometidas en Siria. Según ellos, Rusia usó 'fósforo' en sus ataques contra Raqqa, ciudad considerada como la capital del califato de Estado Islámico. 

Las agrupaciones de derechos humanos registraron los ataques con fósforo blanco, una sustancia prohibida para su uso contra objetivos humanos, desde noviembre pasado, un tiempo después de que Moscú decidiera apoyar al presidente sirio Bashar al Assad con sus poderosos cazas. 

Al respecto Ahmed, un activista asentado en Idlib, una ciudad al norte de Raqqa, dijo sobre el hecho ocurrido el 13 de noviembre pasado:

"Sabíamos que era fósforo porque el cielo entero se iluminó y después todo fue fuego".

Asimismo el diario inglés DailyMail informó que decenas de civiles sufrieron 'heridas horribles' por el contacto con el químico. 

Los efectos del fósforo blanco

Comúnmente, el fósforo blanco tiene un uso militar para iluminar una zona determinada de noche y, de día, para provocar una cortina de humo y así despistar al enemigo. 

Sin embargo, si cae sobre la población puede producir quemaduras profundas, extensas y dolorosas de segundo y tercer grado. Y no solo superficialmente, pues debido a la rapidez con la que se absorbe en el cuerpo, puede afectar a órganos internos como el corazón, el hígado o el riñón y hasta puede llegar a los huesos. 

Por otro lado, cabe resaltar que la combustión de fósforo blanco produce una nube densa y caliente; y aunque no es peligrosa en concentraciones bajas, si su densidad es alta y está muy cerca de las personas que la inhalan, puede causar un daño potencial e inclusive la muerte. 

(Foto de cabecera: infobae.com)