Al rechazo de los propios periodistas del diario argentino La Nación, quienes repudiaron el editorial de este medio contra los juicios a los represores de la última dictadura (1976-1983) publicado un día después de la victoria de Mauricio Macri en las elecciones de aquel país, se sumó el laureado Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien expresó sus razones en una carta dirigida al director de este matutino, Bartolomé Mitre.
Pérez Esquivel calificó el editorial de La Nación, titulado "No más venganza", como "una ofensa al pueblo argentino, a su memoria y a las víctimas del terrorismo de Estado".
También indicó que ningún organismo de derechos humanos, ni los familiares de las víctimas "buscan venganza", sino "el derecho de Verdad y Justicia frente a los crímenes cometidos de lesa humanidad que deben ser juzgados, que Ud. (Mitre) no puede ignorar no prescriben en el tiempo".
El activista de derechos humanos recordó el Plan Cóndor, al mencionar que han pasado cuatro décadas "de la imposición del terrorismo de Estado a través de la Doctrina de Seguridad Nacional impuesta en todo el continente", la cual causó "políticas de exterminio a los pueblos, desaparición de personas, de niños, torturas, cárceles y que en muchos casos hasta el día de hoy se desconoce qué pasó con las víctimas".
"...estos crímenes fueron realizados en coordinación con varias dictaduras de la región y EE.UU. en el denominado “Operativo Cóndor” cometiendo asesinatos, secuestros y desapariciones en diversos países".
También cuestionó que compare "lo ocurrido en nuestro país con los ataques terroristas realizados por el ISIS en París", lo cual se debe a "su falta de claridad y mentiras".
Al mismo tiempo, Pérez Esquivel recordó que pudo haber sido una víctima mortal de esta política llevada a cabo por las dictaduras latinoamericanas en la década de 1970, con la complicidad del gobierno de los Estados Unidos; y que el matutino dirigido por Mitre nunca defendió a los afectados:
"Le hablo como víctima sobreviviente del terrorismo de Estado, detenido y torturado, que sufrió un vuelo de la muerte el día 5 de mayo de 1977, y se salvó gracias a la solidaridad internacional y que nada tuvo que ver con la violencia de las armas; si con la defensa del Estado de Derecho, de la vida y dignidad de nuestro pueblo y que nunca el periódico que usted dirige tuvo el coraje de defender el derecho del pueblo y hoy ataca pidiendo por aquellos que nunca tuvieron piedad con sus víctimas. "
Ante el argumento esgrimido por el editorial de La Nación, que afirma que "la cultura de la venganza ha sido predicada en medios de difusión de Estado y en las escuelas", Pérez Esquivel respondió:
"la memoria es necesaria para iluminar el presente y que no vuelva nunca más el odio, el revanchismo y la venganza, pero usted pretende volver a esos tiempos de oscurantismo que vivió nuestra Patria (...) .
De otro lado, recordó que cuando recibió el Premio de Derechos Humanos de manos de la ciudad alemana de Nuremberg, donde se juzgó y condenó a los nazis, sus autoridades resaltaron lo logrado por la sociedad argentina:
Allí, los mismos alemanes destacaban a la Argentina como un ejemplo por haber enjuiciado a sus dictadores en tribunales ordinarios y no con un tribunal ad-hoc como sucedió allá.
Por su parte, destacó lo avanzado por Argentina en materia de memoria, verdad y justicia ante las violaciones de derechos humanos ocurridas en aquel país, y reconoce el aporte del docenio de los Kirchner en ese sentido:
Argentina es conocida en el mundo por su avanzado proceso de juicios por crímenes de lesa humanidad (...) El 'Nunca Más' significa que nunca más vuelva la impunidad, ni quienes quieren retroceder en los avances de Verdad y Justicia de nuestro pueblo. Y le decimos que no estamos dispuestos a dar ni un paso atrás (...) Argentina es un ejemplo mundial de dignidad en materia de memoria, verdad y justicia y siempre he reconocido que el gobierno saliente ha hecho mucho respecto a ese período.
De otro lado, afirma que la "verdadera vergüenza nacional" es aquella "que sufren los países que nunca pudieron juzgar a sus dictadores, y la que les cabe a los represores que no se arrepienten de lo que hicieron o los más de 50 que están prófugos de la justicia".
También menciona el papel que el Papa Francisco intentará jugar para que continúen los procesos de justicia contra los represores en Argentina:
"Él (Francisco) me dijo personalmente en un encuentro que tuvimos en mayo de este año, que está aportando todos los documentos del Vaticano a la justicia argentina para que los juicios que La Nación critica, puedan realizarse en favor de todos los argentinos.
Finalmente, indica que "mientras no rectifiquen estos nuevos y graves enunciados de su editorial de hoy, me veré forzado a no darles ninguna nueva entrevista".
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