Para Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), los inversionistas han entendido los riegos del cambio climático y comienzan a gestionarlos de manera activa. "No hace mucho tiempo, los riesgos relacionados con las emisiones de carbono se consideraban superfluos para sus principales negocios. Ahora vemos acciones a escalas impresionantes. Por ejemplo, grandes inversionistas están tomando medidas serias enfocadas a la descarbonización de sus carteras de inversiones", señala en el portal de la UNFCCC. 

En efecto, hay la intención de una mejor gestión de los temas climáticos. Otro ejemplo es el cambio de destino de 2.6 billones de dólares a inversiones en tecnologías verdes. Esta semana, BlackRock, la mayor empresa de gestión de activos del mundo, se sumó a este impulso publicando un reporte que comienza con las palabras “el cambio climático y sus riesgos se están convirtiendo en una corriente dominante”. El futuro ya está aquí.

"No hay duda de que si queremos que el calentamiento global se mantenga de manera segura por debajo de los 2 grados centígrados, es primordial llevar a cabo una transformación significativa del sector financiero. Esta transformación tiene que ser, a la vez, ordenada y eficaz. Afortunadamente la transformación ya está en marcha y aunque es principalmente invisible para la mayoría de las personas, la magnitud e importancia de lo que tenemos hasta ahora son enormes y alentadoras", dice con optimismo Figueres.

La costarricense reitera lo que se ha convertido en vox populi: si el cambio climático no es enfrentado, actuaría como un gran multiplicador de riesgos, de manera que no dejaría ningún sector o país intacto. "Los impactos humanos y ecológicos podrían ser catastróficos y los impactos económicos no serían menos profundos –advierte–. Las compañías verían pérdidas significativas de activos debido a una meteorología extrema, las cadenas de suministro se verían perturbadas o rotas y las batallas legales en torno a las responsabilidades podrían ser amargas y costosas".

Las aseguradoras dicen que un mundo sometido a un calentamiento superior a los 2 grados centígrados es simplemente imposible de asegurar.

Figueres destaca que el gobierno francés exija a los inversionistas institucionales que revelen la exposición climática de sus carteras y la Comisión Europea ha establecido la divulgación obligatoria de información ambiental y de cambio climático. "En los próximos meses veremos esta visión ganar relevancia. En pocos años será impensable que una compañía no identifique y tome acciones para mitigar su riesgo e impacto climático", subraya.

"Al comprender los riesgos del cambio climático, se comprenden las grandes oportunidades económicas que implica la acción climática. Esta es la primera revolución industrial que se produce intencionalmente y generará nuevas oportunidades de empleo y crecimiento estable para las próximas décadas. Los países en desarrollo cada vez lo están viendo más claro y están actuando con liderazgo al respecto. Los países en desarrollo van camino este año de invertir más en energías renovables no hidráulicas que las naciones industrializadas", detalla. 


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