Quizá la polémica política de hijo único en China fue uno de los más grandes y radicales experimentos sociales en la historia de la humanidad. 

Esto hasta el jueves pasado, fecha en la que las autoridades del país anunciaron que ponían fin a dicha norma y que ahora las parejas podrán tener hasta dos hijos, un cambio bastante significativo para todas las familias del gigante oriental.

Y es que después de 36 años, muy pocas políticas han afectado tan profunda y dolorosamente la vida de las personas. Al respecto, Carrie Grace, corresponsal en China para la BBC, explicó que puesto que los funcionarios de planificación familiar del Gobierno tenían que cumplir metas reduciendo el número de nacimientos vivos, se vulneraron en muchísimas ocasiones los derechos humanos de los chinos, obligando a las mujeres a realizarse abortos forzados en embarazos bastante avanzados y esterilizaciones:

"El gobierno emitió y retiró permisos para tener un bebé, vigiló los ciclos menstruales de la gente y ordenó abortos".

Además agregó que la tradición china de tener un hijo varón para que vele por los padres en la vejez, significó una situación realmente dramática para las niñas.

Todos estos factores tuvieron como consecuencia innumerables casos de abandono, infanticidio y más recientemente, abortos selectivos de género.

Sin embargo, muchas parejas optaron por hacer caso omiso de la prohibición y tener más de un hijo, hecho que les trajo consecuencias bastante duras en sus vidas posteriores. 

Las familias con dos hijos

El caso de Shuangbaotaixiaoruhexiaoyi es quizá el que más revuelo está causando después del anuncio del fin de la política del hijo único, puesto que la mujer contó su historia recientemente en el Weibo, la versión china de Twitter:

"Mi primer parto fue una pareja de gemelitas. Y hasta hace dos años y medio los funcionarios de planificación me visitaban a diario para decirme que me tenía que esterilizar. Si no me esterilizaba, no me daban el hukou".

El Hulou es el sistema de registro oficial chino que permite a las personas acceder a los servicios públicos de salud, educación y hasta transporte. 

Es así que la mujer tuvo que esterilizarse con tan solo 23 años. 

Y es que negar el hukou se hizo una práctica muy común en China para chantejear a las parejas que deseaban tener una familia más grande. Esto hizo que la vida de los 20 millones de niños que nacieron infringiendo la política del hijo único, se volviera demasiado complicada. 

Sin embargo, estos no eran los únicos castigos que se imponían a la los infractores de la polémica norma. 

Por ejemplo, Wannengjunren recordó que su familia fue multada luego del nacimiento de su hermano menor:

"No teníamos dinero, así que se llevaron todo lo que teníamos en la casa: el televisor, las sillas, incluso la comida".

Y puesto que las multas equivalían a unos 10 mil dólares, era aceptable que muchas familias decidieran esconder a sus segundos hijos para evitar pagar tan alta suma de dinero por alumbrar una vida más de la permitida. 

Wannengjunren agregó al respecto:

"Recuerdo que los funcionarios llegaban en medio de la noche para atrapar a la gente. Todos en mi aldea se envolvían en sábanas y corrían al cementerio, que estaba en una colina cercana, para pasar la noche ahí".

Las consecuencias

Aunque las multas generaron ingresos que llegaban hasta los 3.300 millones de dólares al año y evitaron un total de 400 millones de nacimientos, es ahora cuando los efectos negativos se pueden apreciar con mayor visibilidad e impacto. 

Y es que China es el país que más rápido está envejeciendo en todo el mundo. Se estima que para el 2050, más de un cuarto de la población del país tendrá más de 65 años. 

Una de las localidades donde se puede ver más concretamente este hecho es el condado de Rudong, un lugar con casi un millón de personas ubicado al este del país y donde se puso en rigor por primera vez la política del hijo único en 1979.

Y los funcionarios no dudaron en ponerla en práctica con mucho rigor y entusiasmo. Es así que hoy en día uno de ellos, ya retirado de las funciones públicas, dio una entrevista a los medios chinos donde describía cómo había iniciado cruentas persecuciones contra mujeres embarazadas, cómo las llevaba al hospital a la fuerza y finalmente las obligaba a abortar. 

Además también detalló la existencia de un 'ejército de espías médicos' que tenían la labor de vigilar los úteros de las mujeres usando dispositivos portátiles y ultrasonidos para registrar sus ciclos menstruales y tener la certeza así, que ninguna ocultaba un feto en su interior. 

Y aunque este tipo de acciones no eran practicadas solo en Rudong, el lugar se convirtió en el modelo sobre el que se exhibían con orgullo las victorias acerca de la fertilidad femenina china. 

Ahora las consecuencias actualmente se pueden ver por todas partes. 

Por ejemplo, la mitad de sus escuelas primarias y secundarias están cerradas y casi un 30% de la población tiene ahora más de 50 años. 

Y es que se trata de una bomba de tiempo que aumentará a la larga, los costos sociales y la disminución de la mano de obra china, logro característico del país en las últimas décadas. 

Además, las consecuencias también afectaran a los hijos únicos que nacieron en los últimos treinta años. 

Ellos tendrán que cargar con toda la presión psicológica que significa cuidad de sus dos padres y sus cuatro abuelos que se han sacrificado toda la vida por vestirlos, alimentarlos y educarlos. Sin embargo, más que la carga mental, la carga económica los afectará en mayor medida. 

La reticencia del pueblo chino

Para muchas familias que se han educado teniendo en cuenta esta norma de planificación familiar, tener más de un hijo resulta una idea muy remota. Al respecto, el profesor de la Universidad de Pekín, Lu Jiehua, señaló:

"Mucha gente que nació en los 1980 y los 1990 no quieren ahora tener dos hijos. Quieren un sólo hijo porque tener otro ahora es una opción demasiado costosa en este país". 

Y mientras algunos celebran la variación de la ley, pues sí, solo es un cambio y no una derogación, sus críticos afirman que las autoridades continúan teniendo mucho control sobre la vida de las personas puesto que las mujeres que quieren tener más de dos hijos, se verán igualmente impedidas como en los casos de 1979 en adelante. 

(Foto de cabecera: Efe)