Fue guerrillero y compañero de Javier Heraud (1942-1963), estuvo detenido en 1966 cuando era integrante del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y premiado en 1969 por la Casa de las Américas por su ensayo 'Apuntes sobre una Experiencia Guerrillera'. A sus ochenta años, Héctor Béjar, abogado, sociólogo y catedrático en la UNMSM y PUCP, reflexiona sobre su accionar político en el pasado, los grandes cambios desde su época y el futuro que ve con los jóvenes de hoy, en una entrevista publicada en Portal.Perú.
Cuando se le consultó sobre qué tipo de revolución podrían hacer las generaciones actuales, respondió:
"Creo que no pueden hacer ningún tipo de revolución, porque si no ya la habrían hecho. Además creo que ni pueden, ni quieren".
Béjar señala que esa es la diferencia entre su generación y la de ahora.
"Entonces, es algo que diferencia estos tiempos con los que mis compañeros y yo vivimos. Claro tampoco es que nosotros fuésemos “los jóvenes”, éramos una minoría de los jóvenes de aquella época y también es cierto que había jóvenes indiferentes, que eran la mayoría. Ahora, no hay grupos como los nuestros y eso es un fenómeno, consecuencia del tipo de sistema que nosotros estamos viviendo", afirma.
El exguerrillero dice que debemos esperar, pero activamente:
"Por tanto, yo creo que hay que esperar, pero claro no esperar pasivamente. Lo que hay que hacer es propalar y construir ideas, trabajar mucho en la conciencia de la gente y el mundo dirá. Eso no lo vamos a lograr por el puro voluntarismo, si no que eso va a tener su secuencia".
Sobre las diferencias entre la sociedad actual y la de su época, Béjar reconoció que existen grandes cambios, en especial la disminución de la influencia del gobierno norteamericano sobre la región:
"Creo que ha habido muchos cambios en América Latina y creo que el cambio principal es que el sistema de dominación que Estados Unidos siempre ha mantenido sobre América Latina, tiene en este momento debilidades muy grandes".
"Estados Unidos siempre tuvo una súper vigilancia de América Latina, pero esto se ha roto y en estos momentos los países principales del continente están fuera de su dominación directa, me refiero a Brasil, Argentina y Venezuela, que son los países más fuertes del continente. (...) También hay que mencionar los casos de otros países más pequeños, pero igualmente importantes como Ecuador, Bolivia, Uruguay y Nicaragua. Entonces, si uno contempla el panorama de toda la región, o la subregión, es evidente que no es comparable a lo que fue la América Latina de la época de las dictaduras pronorteamericanas", señaló.
El profesor universitario dijo que el motor de su vida era la justicia social:
Creo que ha sido la justicia social. Siempre fue, y sigue siendo el motor de mi vida, y seguramente lo seguirá siendo por mucho tiempo y hasta que me vaya de este mundo.
Sin embargo, ve el futuro con mucha preocupación:
"El panorama actual del mundo no es para alegrarse. El egoísmo, la estupidez humana, la impotencia y la ineficiencia de los estados más ricos, la corrupción de los políticos, las catástrofes previsibles y los desplazamientos colectivos forman parte del cuadro que acompaña hoy día a la concentración de la riqueza. Sin embargo, me queda una lejana esperanza de que alguien rompa la unanimidad en el hipnotizado rebaño que marcha feliz hacia el abismo o el infierno".
Béjar dijo sentirse querido y gratificado por la gente de izquierda. "Supongo que sí. La gente me quiere mucho y yo me siento muy gratificado por eso. No sé cuánto signifique eso políticamente, creo que poco, pero si podría decir que me siento como uno de los referentes, no como el único", afirmó.
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