Después de una larga noche de conteos electorales en Argentina, a 97,06% de votos escrutados, el conservador Mauricio Macri sorprendió a muchos quedando muy cerca de ganarle a Daniel Scioli, el candidato oficialista que tiene el apoyo de la actual presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

Y es que Scioli llegaba al 36,8% frente al 34,3% de Macri. Casi un empate técnico que refleja la gran derrota del peronismo, que estaba seguro de ganar en primera vuelva y que teme una muy probable derrota en la segunda vuelta establecida para este 22 de noviembre. 

Es así que a pesar de la victoria de Scioli, Macri ahora se presenta como el favorito, hecho que podría terminar con 12 años de kirchnerismo. Y las consecuencias no serían leves puesto que Argentina es un referente de la izquierda latinoamericana establecida por los Kirchner, Lula Da Silva, Hugo Chávez, Evo Morales y ahora último, Rafael Correa. 

La pérdida en la capital

Otro golpe dramático para el peronismo fue la derrota en Buenos Aires de su polémico candidato estrella, Aníbal Fernández, quien también desempeñaba el cargo de jefe de Gabinete de Kirchner.

¿Quién le ganó? Pues María Eugenia Vidal, una política desconocida hasta hace unos meses. De esta manera, la capital, que hasta ahora era el refugio del kirchnerismo, ha quedado fuera de las manos del Gobierno oficialista. 

Ahora la batalla será bastante dura puesto que algunos se pronunciarán en contra de Fernández y los kirchneristas, mientras que otros contra Scioli y su estrategia que no ha sido muy exitosa. Finalmente los peronistas solo tienen una alternativa para quedarse en el poder: obtener todos los votos de Massa.

 Al respecto, unos dirigentes de campaña de Scioli, indicaron:

"Nos engañaron los encuestadores, los gobernadores, todos. Ahora hay que cambiar la estrategia. Tenemos que agrupar a todos el peronismo, no puede ser que Macri inuaugure una estatua de Perón y nosotros sigamos haciendo actos pequeños para focus group".

La demora del proceso

La publicación de los datos oficiales de las elecciones tardó unas seis horas, hecho que trajo como consecuencia una gran cantidad de especulaciones a lo largo del país. Y para el momento de su difusión, Scioli ya se había pronunciado dando a entender que habría una segunda vuelta a pesar de su triunfo. 

Es así que empezó a atacar a Macri, por primera vez, sin ver los resultados electorales

"Macri es el candidato del ajuste. Si fuera por él no tendríamos asignación universal por hijo, YPF no sería estatal y tampoco Aerolíneas Argentinas". 

Y Macri no dejó de pronunciarse puesto que mostró su alegría por lo inesperado de los resultados y aprovechó para iniciar su campaña para la segunda vuelta pidiendo a sus seguidores y a sus opositores a sumarse al cambio de Argentina:

"Lo que ha sucedido hoy cambia la política de este país. Gracias a los laburantes que no tuvieron miedo y se animaron a apostar al futuro".

Asimismo, no quiso criticar al Gobierno oficialista y por el contrario dijo que el peronismo ha luchado por la justicia social de su país.

Cabe resaltar que a Macri solo le basta obtener un 65% del electorado que no ha votado por Scioli para ganar en segunda vuelta, mientras que Scioli tendría que dar un gran vuelco para lograr llegar al poder. 

Los problemas del Gobierno

Argentina ya no mantiene el mismo escenario que en el 2011, año en el que Cristina Kirchner obtuvo la reelección con el 54% de los votos sin oposición. 

Y es que por primera vez desde que llegó al Gobierno, existe una oposición fuerte en el país. 

A partir del 2012, la economía se ha mantenido estancada e inclusive, en el 2014, una fuerte devaluación del peso trajo como consecuencia una inflación que en la actualidad alcanza el 25%.

Asimismo los casos de corrupción han aumentado exponencialmente y hasta Amado Boudou, vicepresidente de Argentina, está siendo procesado en dos casos por múltiples delitos. Es más, los escándalos han llegado hasta la familia de la presidenta, como por ejemplo el caso Hotesur. 

A pesar de todo ello, Cristina mantiene su popularidad por encima del 40%, puesto que muchos votantes comparan la situación actual de Argentina con la crisis del 2001 que trajo un 57% de pobreza y un 25% de desempleo. 

Esta aceptación, junto con la economía en crisis abordada por una inyección de liquidez y de gasto público, llevó a los analistas a pensar que Scioli ganaría en primera vuelta. 

Esos mismos expertos indicaron que Macri, aspirante abiertamente liberal, no superaría el 30% de los votos que necesitaba para lograr una segunda vuelta. 

Las elecciones

A diferencia de las primarias de voto obligatorio realizadas en agosto pasado, en esta oportunidad no hubieron denuncias de irregularidades. 

Y es que en aquella ocasión, la oposición se quejó del robo de papeletas en las cabinas de votación de las escuelas, hecho que no ocurrió esta vez. Es así que las elecciones han sido calificadas como 'las más controladas de la historia'.

Cabe resaltar que de los 32 millones de argentinos que debían ir a votar, solo un 79% lo hizo. Y es que en este país el voto es obligatorio desde los 18 hasta los 69 años y opcional para los adolescentes de 16 y 17 años y los mayores de 70.

(Foto de cabecera: Efe)