Los médicos testigos de las esterilizaciones forzadas durante la dictadura de Alberto Fujimori contaron detalles de esta cuestionada 'política de Estado' y cómo denunciaron y advirtieron sobre los peligros de esta.
En 1997, cuando se ordenaron las esterilizaciones masivas, 12 médicos decidieron no acatar el mandato y denunciaron los peligros de esta práctica. Los médicos Rogelio del Carmen, Hernando Ceballos y Arturo Seminario, quienes trabajaron en Piura en esa época, compartieron sus testimonios, publicados hoy en el diario La República, sobre lo ocurrido.
Del Carmen era anestesiólogo del Centro de Salud Materno Infantil de Castilla (Cesamica) en Piura. El médico señaló que lo común era hacer dos esterilizaciones diariamente, con el consentimiento de la paciente. Sin embargo, la situación cambió el 2 de julio de 1997, cuando llegó un oficio, firmado por el director de Salud de las Personas, de la Dirección Regional de Salud de Piura, doctor Rodolfo Soto Zapata, en el que se ordenaba efectuar, entre el 15 y 18 de julio, "una gran campaña de atención integral" cuya meta era efectuar 250 esterilizaciones en coordinación con "los establecimientos de su jurisdicción y con el Programa de Planificación Familiar".
Señala el médico que:
"En el documento nos exigían esterilizar en cantidades que no coincidían con lo que nosotros hacíamos habitualmente y de manera consensuada con las pacientes. Nos demandaban 250 esterilizaciones en cuatro días. Ni siquiera se hizo una reunión previa para informarnos de la campaña. Entonces fui al despacho del director del Cesamica, el doctor Manuel Girón Silva, para que me explicara. Era absurdo que en un establecimiento tan pequeño con un solo quirófano disponible se pretendiera hacer semejante cantidad de esterilizaciones. Me dijo que ya estaba todo arreglado, que nosotros teníamos que asumir ese trabajo y ejecutarlo en cuatro días. Para mí ese documento era una ofensa a la dignidad de las mujeres y de la de los médicos".
Por ello, Del Carmen y una decena de médicos decidieron no participar en esta 'campaña de salud' y se lo comunicaron al entonces director del Cesamica, Manuel Girón.
"Así que fuimos citados a la Dirección Regional de Salud de Piura, a cargo del doctor Luis Beingolea More. También estuvo presente en la reunión el doctor Rodolfo Soto Zapata. Nos dijeron que se trataba de una política de salud del gobierno de ese momento y que nos iban a proporcionar la ayuda de otros colegas para que nos diéramos abasto y así cumplir con el objetivo. Prometieron además que iban a adaptar otros lugares dentro del establecimiento hospitalario para poder hacer las AQV. Les respondí que aún así no era posible debido al alto riesgo que corrían las pacientes, y que este tipo de cosas (las esterilizaciones masivas) no se hacían de la noche a la mañana. Como nos dieron respuestas agresivas e insistieron en las campañas, no nos quedó otra salida que denunciar ante el Ministerio Público lo que se pretendía hacer. Firmamos el documento los 12 integrantes del cuerpo médico. Era lo único que nos quedaba hacer a los médicos porque estábamos siendo conminados por las máximas autoridades".
Los médicos Luis Beingolea More y Manuel Girón Silva también compartieron sus testimonios con La República. Ellos confirmaron que siguieron órdenes de las autoridades del gobierno de Fujimori.
Afirma Beingolea:
"Todo lo que yo he firmado eran órdenes del Ministerio de Salud, desde el más alto nivel. Todas eran directivas nacionales, todas las circulares, campañas con determinados números de AQV a realizarse. Era en ese momento una estrategia del Ministerio de Salud. Las solicitudes que nosotros hacíamos siempre eran por órdenes del máximo nivel".
Girón señala que Cesamica fue un bastión, ya que se resistieron a realizar las esterilizaciones de la manera en la que pedía el gobierno de Fujimori:
"Todas las disposiciones del nivel central se cumplieron en todo el país. Todas esas AQV numerosas, a realizarse en poco tiempo, improvisando rápido, todo eso eran órdenes superiores. Todo esto era una política nacional de control demográfico. Cesamica en el fondo fue un bastión, los médicos que firmaron (contra las esterilizaciones) fueron muy valientes y se resistieron a realizar AQV de manera excesiva y sin mayores protocolos. Yo no firmé la carta porque era director del Cesamica, estaba administrando el establecimiento. Eran disposiciones del nivel central, porque venían de Lima. Venía gente especialmente a supervisar el cumplimiento de las campañas de AQV. Por eso, lo que ha dicho Keiko Fujimori es inaudito. No puede culpar a los médicos cuando las esterilizaciones se trataron de una política de Estado".
Del Carmen contó también las lamentables condiciones en las que se realizaban estas intervenciones:
"Lamentablemente, yo tuve que hacer las anestesias. Me dieron una aguja raquídea, atropina y lidocaína pesada. Eso fue todo. Yo al menos tuve la oportunidad de evaluar el material. Pero por la cantidad de pacientes, la verdad es que la mayoría lo hizo muy a la ligera. Intervine a 15 pacientes en un lapso de cuatro horas y media, en un espacio pequeño donde solamente había dos camillas. Uno como médico tenía que estar haciendo en simultáneo las intervenciones quirúrgicas. Ni siquiera nos dejaban hacerle un correcto seguimiento a las pacientes. Se las llevaban al toque exponiéndolas a infecciones. Incluso hacían hasta competencias entre establecimientos de salud para ver quiénes hacían más intervenciones. Había incentivos económicos. Piura había ganado en AQV en todo el país. Me duele decirlo, pero verdadertamente fue así".
Ceballos le responde directamente a Keiko Fujimori:
"Los documentos del Ministerio de Salud fijaban el número de pacientes a intervenir, las mecánicas de captación de pacientes mediante personal médico y administrativo. Había una desesperación por captar más y más mujeres para someterse a las AQV a como dé lugar. Señalar que los médicos fuímos los responsables de estos hechos, como ha señalado Keiko Fujimori, es pretender exculpar a los verdaderos culpables, que ocuparon altos cargos en el gobierno de su padre y ahora son parte del partido Fuerza Popular".
Estos testimonios contradicen lo dicho por la candidata a la Presidencia, Keiko Fujimor, Primera Dama durante el gobierno que ordenó las esterilizaciones, quien hace semanas se presentó en la Universidad de Harvard (EEUU), donde responsabilizó a los médicos de este caso, que en investigación fiscal.
Como se recuerda, durante la dictadura de Fujimori, 272 mil 28 mujeres fueron esterilizadas por el Ministerio de Salud, como parte de una campaña dirigida desde Palacio de Gobierno. De esas mujeres, más de 2 mil fueron esterilizadas sin la debida información, con engaños o sin su consentimiento. Además, se debe considerar que esta campaña se enfocó en los sectores más pobres del Perú. Por ello, se acusa que estos constituyen "delitos de lesa humanidad" porque atacan a un sector específico de la población.
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