Devolvió el golpe. El ministro de Justicia, Gustavo Adrianzén calificó el pedido de censura en su contra presentado por el Congreso de la República como una innoble maniobra política que pretende desestabilizar al Gobierno del presidente Ollanta Humala.
"Detrás de todo esto existe una innoble maniobra política cuya pretensión es desestabilizar al gobierno, generando una pésima sensación de la ciudadanía. En tiempos de proceso electoral, no estamos demostrando a la ciudadanía, como clase política, unidad ni responsabilidad frente a los deberes que tenemos".
Como se recuerda, la oposición consiguió este miércoles 40 firmas para presentar una moción de censura en contra de Adrianzén. Esto debido a que este grupo de parlamentarios no quedó satisfecho con la explicación que dio el ministro sobre el proceso disciplinario iniciado contra la procuradora Julia Príncipe por declarar sobre la Primera Dama, Nadine Heredia.
No obstante, Adrianzén recordó que durante su presentación ante el Pleno, absolvió el pliego interpelatorio y entregó una serie de documentos a la Mesa Directiva para demostrar que los procuradores en servicio piden autorización para declarar a la prensa. En tal sentido, aseguró que la procuradora Julia Príncipe conocía este reglamento y anteriormente ya lo había ejecutado.
"Presenté seis documentos a los congresistas probando de manera absoluta y categórica que la señora procuradora solicitó hasta en tres oportunidades autorización para declarar ante los medios de comunicación. Entonces cómo es posible que ahora la señora diga que esa norma es inconstitucional si en ese momento la conoció, la cumplió y la ejecutó".
Cabe señalar que, en esa misma línea, este jueves el viceministro de Justicia, Alfonso Garcés mostró documentación que comprobaría que en anteriores oportunidades Julia Príncipe sí pidió autorizaciones.
"Una prueba de que conocía esta disposición son los pedidos que ella misma ha formulado a la entonces ministra de Justicia, Rosario Fernández, en julio del 2011" .
Si tomamos en cuenta las declaraciones del propio primer ministro Pedro Cateriano sobre el tema, queda más que claro que desde el Ejecutivo han cerrado filas para salvar al ministro Adrianzén de la censura.
No obstante, con una minoría en el Congreso, muy poco es lo que queda realmente en manos del Ejecutivo.