La decisión del Comité de Ética de la FIFA de suspender durante 90 días de toda actividad relacionada con el fútbol a Michel Platini, titular de la UEFA, junto al presidente Sepp Blatter y al secretario general Jérôme Valcke, deja al organismo sin un rumbo claro a cuatro meses de las elecciones a la presidencia, el próximo 26 de febrero.

Las sanciones a Blatter y Valcke no sorprenden. Lo que llamó la atención fue lo del francés, cuyo próximo paso parecía destinado a convertirlo en el hombre más poderoso del deporte más popular del mundo, tras haber anunciado su candidatura a la presidencia de la FIFA. Pero ahora su futuro es incierto.

Platini -tres veces ganador del Balón de Oro- dice que hay una campaña para "dañar su reputación" y que está seguro de "que superará este momento difícil con la completa transparencia y unidad que le da al fútbol su fortaleza".

El presidente de la UEFA indicó también que este mismo jueves había entregado las cartas de apoyo que se requieren para aspirar a la presidencia de la FIFA.

Ahora habrá que ver cómo será la reacción las federaciones nacionales y confederaciones regionales que le habían expresado su respaldo. 

Platini, que a diferencia de Blatter y el resto de la cúpula de la FIFA, es un hombre de fútbol, que nació con un balón, entiende y siente el juego, era visto como la persona que se necesita para enderezar el deporte rey.

"(Platini) puede aducir justamente que es un hombre del fútbol gracias a su condición de haber sido una de las leyendas del deporte y de ser uno de los pocos casos de pasar de la cancha a los pasillo de la FIFA", dice Dan Roan, editor de BBC Sports.

"En la UEFA también obtuvo crédito al incrementar la diversidad en la Liga de Campeones al hacer más fácil la clasificación de equipos de las ligas más pequeña a la fase de grupos, así como implementar el 'juego limpio' financiero en los clubes", agrega el periodista británico.

FUE UN MAGO

Platini fue un protagonista de una época de oro del fútbol que liderada por una generación única de jugadores, que inmortalizaron el número 10 en la espalda como un sello de genialidad.

Como futbolista fue un genio, como entrenador no le fue tan bien, pero le sirvió para dar el salto del banquillo a la federación de fútbol de su país. Ahí fue presidente del comité organizador de la Copa del Mundo de Francia en 1998. Ese mismo año Sepp Blatter fue elegido por primera vez presidente de la FIFA. 

En 2002, Platini llegó al Comité Ejecutivo de la FIFA, y a partir de ahí hizo que su imagen comenzara a estar vinculada directamente con la de Blatter, quien fue uno de sus principales aliados.

Unos años después de empezaron a distanciar y en el 2007, el francés asume la presidencia de la UEFA, organismo que agrupa a las federaciones del fútbol europeo. Desde ahí, se convirtió en el rostro visible del mayor grupo de oposición a Blatter y la FIFA.

SUS YERROS

Pero Platini cometió errores que mellaron su imagen. Como miembro del Comité Ejecutivo apoyó públicamente la candidatura de Qatar para ser sede de la Copa del Mundo de 2022 y rechazó devolver el lujoso reloj que recibió por parte de la organización del Mundial de Brasil en 2014.

Además, muchos critican su visión paneuropea de la Eurocopa 2020, así como su oposición a la tecnología de la línea de gol. "Esto hace difícil presentarlo como un candidato reformista", alega Dan Roan.

Platini sostiene que el fútbol necesita un cambio radical que rompa con la "extrema estabilidad"  de este deporte con solo dos presidentes en casi 40 años. Pero, por ahora, su futuro es incierto.

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