En realidad no debería de sorprendernos. Acostumbrados a verlos como un grupo político voluble que muda su apoyo hacia determinadas causas de acuerdo a lo que griten las calles -Lote192, ley pulpín, etc...-, el fujimorismo demostró el último domingo, gracias a su cabeza, Keiko Fujimori, que el reconocimiento a los derechos de las personas LGTBI les importa poco o que, peor aún, no lo entienden.
En entrevista con Agenda Política, la hija del exdictador Alberto Fujimori señaló que ella ya se había pronunciado a favor de una 'unión civil' que garantice los derechos patrimoniales, solo eso.
¿"Derechos patrimoniales con P" como decía hace unos meses el fundamentalista que llevó como número 1 al Congreso en Lima, Julio Rosas? Sí. Para la señora Fujimori las parejas homosexuales solo deben tener derecho sobre lo que adquieren juntos, sobre lo material. ¿Si uno cae enfermo y necesita que el otro decida sobre una posible operación? No, ella ha dicho que solo eso. ¿Si uno necesita visitar a su pareja internada? Que no, que solo eso. ¿Si una de ellos se encuentra privado de su libertad? Tampoco, solo eso.
Deducimos, entonces, que Fujimori cae en la misma lógica que Rosas, Martha Chávez y un importante número de sus congresistas: todo bien con que sean homosexuales, pero ocúltenlo, no pidan que se les reconozca como una pareja porque no lo son. Tal cual.
Pero el periodista Enrique Castillo fue más allá y le preguntó sobre la posibilidad de permitir que parejas homosexuales adopten hijos. Si Fujimori titubeo durante los pocos segundos en que se tocó el tema LGTB, al llegar a este punto no supo qué decir y nos salió con esto:
"Si es difícil para una persona asumir su homosexualidad, es muy difícil para un niño. Nuestra sociedad no está todavía preparada para algo así".
¿Y esta persona quiere ser presidenta? ¿Se habrá preguntado Keiko Fujimori y toda el ala conservadora de su partido por qué es que en una sociedad como la peruana es 'difícil para una persona asumir su homosexualidad'? Pues precisamente por gente como ellos que insisten en sostener ello desde lugares de representación política.
En el Perú no es que a los homosexuales les cueste decir que lo son porque les provoca. Les cuesta porque se sigue imponiendo las ideas retorcidas que el ser así es algo anormal, dañino, que no será aceptado. Que son poca más que enfermos, degenerados, que atentan contra la 'moral', que son un peligro para la 'familia'. Que todo bien con ser gay, pero solo entre cuatro paredes.
¿Cómo no quieren que sea difícil? Y por una simple cuestión de lógica, ¿cómo no quieren que lo sea para un niño si desde pequeños se les pretende meter en la cabeza que es algo que está mal? ¿Sabe Fujimori que los homosexuales no 'deciden' ser así? ¿Se imagina cuántos niños y niñas homosexuales sufren precisamente por crecer en una sociedad donde quienes dictan las leyes y pretenden gobernar el país los miran con recelo? ¿Se dará cuenta del daño que le hace por su ambición y 'acomodo' político? Bah, es pedirle demasiado.
Eso sí, al final buscó 'echarle la pelota al resto'.
"Quiero señalar que el partido ha dado libertad a los congresistas de tomar una decisión de acuerdo a su conciencia".
Claro, la posibilidad de que ciudadanos peruanos vean sus derechos reconocidos por las leyes de su propio país, se ha visto saboteada precisamente porque se deja a criterio de los homofóbicos que ella misma llevó al Congreso. ¿No dicen que ella es ahora la que manda? Bueno, pues, si hay una culpable, ya sabemos a quién señalar.
#LaYapa Segundos antes Castillo le había preguntado si esaba a favor del aborto. "Solo en el caso del aborto terapéutico". Ojo, mujeres, si son violadas, una más que las obligaría a terminar un embarazo que no desean.
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Y tú, amigo gay, amiga lesbiana ¿le vas a dar la razón a Martha Chávez?