La lideresa de Fuerza Popular Keiko Fujimori se pronunció sobre la denuncia por violencia doméstica contra el legislador de su bancada Juan Díaz Dios, quien ya ha sido duramente criticado por varios personajes políticos, incluida la extitular de la Mujer y expresidenta del Consejo de Ministros, la congresista Ana Jara.
A través de su cuenta de Twitter, Fujimori Higuchi dijo que "la violencia contra la mujer es inaceptable, venga de donde venga" y manifestó que "por el bien de ambos, se debe aclarar esta situación e imponer las sanciones que correspondan, de ser el caso".
Sin embargo, llama mucho la atención la frase que usó la exlegisladora en su primer 'tuit' para abordar el caso de la esposa de Díaz Dios cuando muchos aún la critican por su silencio respecto a las torturas que sufrió su madre, Susana Higuchi, por parte de su padre, el encarcelado expresidente Alberto Fujimori, cuando era primera dama.
Si Keiko Fujimori no recuerda muy bien lo que pasó en aquel entonces cuando estaba camino a cumplir los 17 años, aquí le presentamos un pequeño recordaris:
En marzo de 1992 Susana Higuchi denunció que los familiares de su entonces esposo robaron ropa donada del Japón para los necesitados del norte peruano. A raíz de esta acusación la exprimera dama fue privada de su libertad y torturada varias veces en los calabozos del ex Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) y del Servicio de inteligencia del Ejército (SIE).
En 2002, Higuchi Miyagawa señaló que en una reunión con el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos en la prisión de la Base Naval del Callao, este le ofreció disculpas por los maltratos y le aseguró que solo "recibía órdenes superiores".
Las aseveraciones de la exesposa de Alberto Fujimori fueron corroboradas por la exagente del SIE Leonor La Rosa, quien fue acusada de infidencia y quedó parapléjica tras ser torturada también por miembros de dicho cuerpo castrense.
La Rosa había afirmado ante una comisión investigadora del Congreso que cuando en 1992 le ordenaron llevar alimentos a un detenido, vio a la exprimera dama dentro de una celda "en posición fetal, arrinconada".
"Estaba desnuda, no decía nada, escondía su cara y lloraba, lo único que hice fue quitarme la chaqueta y dársela para que se cubriera y luego me retiré", contó aquella vez la exagente del CIE.
Sin embargo, estas prácticas se incrementaron aún más tras su separación matrimonial con Alberto Fujimori en 1994. La propia Susana Higuchi contó que una de las últimas torturas que sufrió fue una a base de electroshocks en las instalaciones del SIN en junio de 2000.
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Con información de emol.com y foto de cabecera de RPP