Miley Cyrus ha aprovechado su rol de anfitriona de los premios de videos musicales de MTV este domingo para disparar su carrera -y su imagen- a la estratosfera. Primero, apareció en el programa de televisión de Jimmy Kimmel usando stickers para cubrir sus pezones, y dijo lo que muchas pensamos hace tiempo: los Estados Unidos -y, por extensión, la sociedad latinoamericana más cucufata- están obsesionados con los pezones.

Después, habló de la pelea entre Nicki Minaj y Taylor Swift, diciendo que Minaj -al reclamar que no habían nominado su video Anaconda como Video del Año- lo había hecho con tanta mala sangre (guiño a T.Swift, cuyo video creo honestamente que no le llegaba a los talones al de Minaj) que había hecho que la discusión sea sobre ella, no sobre el problema racial de la industria.

El domingo, en la ceremonia de los VMA, Cyrus usó por lo menos diez trajes distintos, cada uno más extravagante y más cercano a la desnudez que el anterior. Además, anunció el lanzamiento de su nuevo disco, Miley Cyrus & Her Dead Petz, que se puede escuchar gratis en su página web.

Su última movida publicitaria, que completa la espectacular forma en que Cyrus y sus publicistas han capitalizado el evento de los VMAs, ha sido lanzar un video clip de la primera canción de Miley Cyrus & Her Dead Petz, "Dooo It!", cuya performance en vivo puedes ver aquí

En él, una serie de tomas incómodamente cercanas muestran el rostro de Cyrus siendo invadido por distintos líquidos brillantes, además de un par de tronchos. La cantante parece estar apelando al imaginario pornográfico de sus espectadores, y las escarchas, grajeas y algo blanco que parece leche entrando y saliendo de su boca son reminiscentes a ciertas escenas finales de los videos porno.


Si algo sabe hacer esta superestrella del pop es llamar la atención.


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