Si, en cierta medida, pareciera que las revoluciones en el Medio Oriente no tienen consecuencias tan importantes debido a que los países continúan sumidos en conflictos internos hoy en día, un nuevo estudio señala que sí hubo un efecto importante. No se trata de un cambio a nivel político, sino en el medio ambiente: la disminución de los niveles de óxidos de nitrógeno, uno de los principales subproductos de la contaminación.
El resultado se ha desprendido del análisis de datos satelitales dirigido por el Instituto Max Planck de Química en Mainz de Alemania. A diferencia de otras zonas del mundo, en el Medio Oriente estos niveles se redujeron a pesar de que en el periodo 2005-2010 tenía uno de los niveles de contaminación más acelerados. Ahora el efecto de los disturbios, las crisis humanitarias y las guerras se puede detectar desde el espacio debido a la mejor calidad del aire en esas zonas. .
Los niveles del óxido de nitrógeno, recuerda The New York Times, es utilizado como indicador de la actividad económica y de la eficacia de las medidas de control de la contaminación. Por eso se hace obvia la relación entre el aumento de los conflictos y la disminución de la actividad económica e industrial de los países. Sin embargo, cada caso tiene su propia historia.
El documento Los abruptos cambios de las tendencias de dióxido de nitrógeno atmosférico sobre el Oriente Medio, señala que en Irán han tenido efecto las sanciones económicas que se relacionan con la caída de emisiones contaminantes después del 2010. En Irak los niveles de nitrógeno cayeron tras la guerra pero se han vuelto a elevar con el avance del Estado Islámico en ciudades como Bagdad. En Siria alguna ciudades presentan un aumento debido a la afluencia de sirios que huyen de los disturbios. En Egipto la disminución iniciada en 2011 coincide con la época de la Primavera Árabe.
Ahora se piensa en utilizar este tipo de análisis para calcular el efecto de las sanciones políticas y económicas a los países, adelantó uno de los investigadores al diario norteamericano. Pero aclararon que una relación entre los acontecimientos mundiales y las mediciones por satélite requeriría un análisis más profundo con más datos y corroboraciones en el mismo campo.