Ya hay consenso entre los expertos de que el actual fenómeno El Niño que está en curso será más intenso que el que golpeó a Perú hace más de 15 años. También está claro que las zonas que se verán más afectadas están en la costa norte del Perú: Tumbes, Piura y Lambayeque, y que en paralelo, además, se estiman sequías en toda la costa sur.

Pero en Lima también se sentirá el efecto del evento climático: el calor en los meses de verano (sobre todo en febrero) superarían los 35º en distritos como La Molina y San Juan de Lurigancho, según los análisis de sus expertos. Históricamente, nunca se han registrado esas temperaturas en la capital.

De hecho, es un consecuencia global. Este primer semestre del año fue el más caluroso desde que hay registros globales del clima (1880), según un reporte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA, por sus siglas en inglés).

En 1997, el fenómeno El Niño mató a 2,100 personas a nivel mundial y causó US$33 mil millones en daños materiales en los países afectados. Nuestro país fue uno de los más afectados aquella vez.

Uno de los riesgos inminentes del evento climático son los huaicos, que pueden devastar zonas urbanas completas, dañar infraestructuras viales y cobrar vidas humanas.

Esta imagen se podría repetir.

Encima, varios municipios capitalinos no están solicitado ayuda técnica para ejecutar labores de prevención en caso de desbordes de ríos y huaicos. La Autoridad Nacional del Agua (ANA) reiteró que hay 80 zonas vulnerables en las cuencas de los ríos Rímac, Chillón y Lurín.

Como hemos señalado ya en La Mula, pese a los esfuerzos y las medidas de prevención, las consecuencias de El Niño serían devastadoras en muchas partes del país. Las pérdidas estimadas ascienden a más de S/.2,500 millones en agricultura, comercio y exportación.

En La Libertad, por ejemplo, se detectaron 250 puntos críticos en todo el departamento, que serían afectados en caso de desastres naturales, según el gobierno regional. En 17 distritos de Piura y Tumbes ya se decretó el estado de emergencia para afrontar los efectos de El Niño.

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