Varias personas que se encontraban cerca de la zona donde se encontraba el terminal de contenedores donde ocurrieron las explosiones en Tianjin, se quejaron de escozor en la piel después de que ocurrieran las precipitaciones pronosticadas para esta semana en la ciudad puerto. 

Según el diario South China Morning Post, los síntomas fueron percibidos tanto por voluntarios como por periodistas que se encontraban trabajando en el lugar de los hechos. 

Un reportero del medio Caijing, revista financiera, señaló que sufrió de quemazón en los labios y brazos después de exponerse a las lluvias. La sensación también fue experimentada por otros ciudadanos, según la página web de noticias Tencent. 

Ante el peligro que ocasionaría que las lluvias esparzan los restos químicos, las autoridades del país señalaron que es imperativo que la población se mantenga alejada del lugar de las explosiones. 

Por otro lado, otro efecto inusitado provocado por la lluvia, es la aparición de una capa de espuma en las carreteras cercanas al epicentro del siniestro. Al respecto, Deng Xiaowen, representante de la Oficina de Protección Medioambiental de Tianjin, afirmó que se trata de un fenómeno normal que anteriormente ha ocurrido producto de las precipitaciones. 

A pesar de que las autoridades han aseverado que los niveles de contaminación de aire y agua se mantienen en niveles seguros, el temor por la toxicidad de los químicos en un tema latente. 

Cabe resaltar que si el cianuro de sodio, compuesto encontrado en los almacenes, entra en contacto con el agua (muy posible por las constantes precipitaciones) producirá cianuro de hidrógeno, también conocido como ácido cianhídrico, un compuesto letal para la salud humana.

Una concentración alta de ácido cianhídrico puede inmovilizar y matar a una persona en solo unos minutos. Se ingiere a través de la inhalación. 

A pesar de lo peligroso de la situación y de las constantes recomendaciones de las autoridades, algunos propietarios de las residencias circundantes al lugar de los hechos, siguen presentándose al aire libre para pedir indemnizaciones. Uno de ellos declaró desesperado:

"Nuestras casas han quedado destrozadas, ¿qué más vamos a temer?"

(Foto de cabecera: publico.es)