El clima en Estados Unidos sobre el aborto está más cargado que nunca. Y es que los aspirantes conversadores a la Casa Blanca tienen en la mira al mayor proveedor de servicios reproductivos en el país: Planned Parenthood (PP).
La imagen de la organización se ha visto manchada en las últimas semanas pues una agrupación antiaborto ha publicado varios videos en los cuales aparecen los ejecutivos de la empresa discutiendo acerca de la venta de órganos y tejidos de fetos que han sido abortados.
En las conversaciones, grabadas con cámara oculta por The Center for Medical Progress, los directivos hablan de cambiar la forma en la cual se llevan a cabo los abortos para preservar los órganos de los fetos.
Cabe resaltar que en Estados Unidos, la venta de órganos fetales y la modificación de las técnicas de aborto para la posterior obtención de dichos órganos, son ilegales. Es por ello que la controversia ha explotado en el país de norte.
Por su parte, Planned Parenthood dice que los videos han sido editados para perjudicar a la organización y sus representantes afirman que los abortos que practican no forman parte de un negocio. Solo cobran por los gastos de conservación y transporte de los tejidos fetales a los centros de investigación.
La política en el debate
Este hecho ha potenciado la voz de los grupos antiaborto, quienes han recibido el apoyo de los precandidatos republicanos. Estos se han comprometido a retirar los fondos públicos a Planned Parenthood como reafirmando su postura antiabortista.
A la fecha, Alabama y Luisiana han adoptado estas medidas. Al mismo tiempo, algunos congresistas conservadores han amenazado con bloquear los siguientes presupuestos del gobierno federal si no se le quitan los fondos a la organización.
Por su lado, los demócratas han defendido a Planned Parenthood sosteniendo que la labor que realiza como proveedora de servicios de salud es muy importante para las mujeres de bajos recursos. Asimismo, defienden que los abortos solo representan un 3% de las actividades totales de la organización. Entre ellas están la prescripción de anticonceptivos, la detección de cáncer y VIH, entre otras.
Además afirman que todos los embarazos interrumpidos al año (casi unos 300 mil) no se financian con dinero del Estado, puesto que es ilegal, exceptuando los casos en los que la vida de la madre corre peligro.
Por otro lado, hacen incapié en que las investigaciones que se han realizado con tejidos fetales han ayudado mucho a lograr avances en el tratamiento de enfermedades como el Parkinson o la polio.
La investigación científica
Según Arthur Caplan, director de la división de ética de la facultad de medicina de la Universidad de Nueva York, la utilización de tejido fetal en las investigaciones se ha ido reemplazando, en las últimas décadas, por las células madre.
El especialista afirma que a principios de los noventas, los estudios con tejidos fetales eran muy prometedores, sin embargo y a pesar de realizar muchos experimentos, los resultados no fueron los que esperaban.
Ya hacia finales de los noventas los investigadores se interesaron más por la ciencia regenerativa y dejaron de usar tejido fetal. Este último se utiliza en la actualidad para estudiar y tratar enfermedades de los fetos.
¿Cuánto y quienes ganan?
Caplan afirma que los más beneficiados con las donaciones son los intermediarios que pueden ser tanto individuos como empresas. Señala que facilitan los órganos a cambio de grandes cantidades de dinero.
En la actualidad no se sabe exactamente cuánto se cobra y si este monto corresponde con los costos de la intervención. Por esta razón, las autoridades deberían investigar mejor y darle más relevancia al caso.
Sin embargo ahondar en este sistema no es fácil para nadie. Tanto científicos y autoridades tienen desconfianza para hablar del tema pues los primeros reciben frecuentes amenazas por parte de los grupos antiaborto y los segundos temen perder el apoyo de los sectores más conversadores de la ciudadanía.
La polémica del aborto
Se trata de un tema caliente en Estados Unidos por la extrema religiosidad que profesa el pueblo estadounidense en comparación con otros países más desarrollados. Y es que el problema se resolvió solo en la esfera judicial, dejando de lado la política y sus implicaciones sociales.
Por otro lado, con el internet y la facilidad de acceder a todo tipo de contenidos, el feto y su desarrollo ya no son ajenos a la mirada de las personas. Esto los hace más reales y influencian directamente en la opinión pública.
(Foto de cabecera: examiner.com)
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