Desde las filas fujimoristas, la defensa sobre las cuentas de Keiko Fujimori y su esposo Mark Vito Villanella ha sido cerrada. Sin embargo, no han demostrado con documentos claros de dónde proviene la fortuna que dicen tener.
Porque ella solo gana S/.10.000 como sueldo de su partido y él solo tiene -hasta donde se sabe- una empresa de bienes raíces que fue constituida con apenas S/.1000 (y hay sospechas de que solo sería una fachada).
Ahora, La República ha publicado una información aun más inquietante sobre el patrimonio de Keiko Fujimori: este se duplicó en solo un año.
UN CRECIMIENTO SORPRENDENTE
Desde el 2009, los congresistas están obligados a presentar una declaración jurada de bienes y rentas anualmente ante la Contraloría General. Ese año, la entonces parlamentaria Keiko Fujimori reportó 298.100 soles.
Pero solo dos años después, en el 2011, reportó en la misma declaración 721.200 soles. Más del doble, aunque eso no es lo más grave.
Lo que realmente llama la atención es que el mismo 2011, cuando Fujimori Higuchi dejó el Congreso y se lanzó como candidata presidencial, presentó una suma diferente en su hoja de vida ante el Jurado Nacional de Elecciones: 1'272.385 soles.
Es decir, en una de sus cuentas reportadas consignaba el doble de dinero. ¿Por qué esa inconsistencia?
NADA CLARO
Alguien podría decir que, quizá, Keiko Fujimori se dedicó a ahorrar sus 46 meses de sueldo (15.600 soles) que recibió como parlamentaria. Si ella no hubiese gastado ni un sol de esa remuneración entre 2006 y 2011, habría reunido 717.600 soles. Todavía muy lejos de los 1'272.385 que reportó al JNE.
Además, dentro de esa cifra, al parecer la lideresa de Fuerza Popular incluyó los 33.600 soles que, según ella, ganaba su esposo como sueldo mensual. Pero, ojo, en el 2011 Mark Vito Villanella aún no había creado su empresa MVV Bienes Raíces.
¿Quizá tuvo algún otro trabajo la señora Fujimori? Pues no, ya que ella misma ha declarado que no recibió ingresos de actividades particulares.
¿O acaso mintió u ocultó información sobre sus cuentas?
Lo que queda claro es que esas declaraciones juradas deberían ser fiscalizadas. Y según la Sunat, esto solo se puede realizar si lo pide un juez, un fiscal o una comisión parlamentaria. Veremos si existe el interés.
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