¿Se viene un nuevo remezón político? El fiscal supranacional anticorrupción Hamilton Castro Trigoso, designado para indagar sobre los presuntos sobornos en la construcción de la carretera Interoceánica (a raíz de la investigación brasileña conocida como Lava Jato) evaluará también la documentación de la investigación, conocida como 'Castillo de Arena', que está centrada en presuntos sobornos, por parte de empresas brasileñas, a partidos políticos y funcionarios públicos de Brasil, Bolivia y Perú para adjudicarse obras de infraestructura.
Unas de las firmas implicadas es la constructora Camargo Correa, cuyos principales directivos fueron detenidos.
Castro indagará sobre las implicancias de estas prácticas ilícitas en el Perú. Precisamente, Aristóteles Santos Moreira Filho, gerente general de la referida constructora en Perú entre el 2006 y 2009, tuvo permanente contacto con funcionarios del Ministerio de Transporte y Proinversión cuando se llevaba a cabo la construcción del tramo 4 de la Interoceánica.
Lo grave es que, acorde con las interceptaciones telefónicas hechas por la policía carioca a dos directivos de Camargo Correa, se menciona a Moreira Filho en una conversación que sostuvieron con un 'doleiro' (experto en colocar dineros en paraísos fiscales).
Ante este panorama, Castro está considerando llamar a declarar a los expresidentes Alejandro Toledo y Alan García, así como a exfuncionarios de Sedapal y empresarios brasileños que actuaron como intermediarios para la adjudicación de obras.
SEPADAL EMBARRADA
Moreira Filho también está involucrado en la adjudicación -bastante turbia- de la construcción de dos plantas de tratamiento de aguas residuales en el distrito de San Bartolo, en el 2009, y cuyo costo fue de 13 millones.
Esta obra fue encargada TFKC Reprex, propiedad de conocido jugador de fútbol Julio César Andrade Moura, conocido Julinho. Pero en setiembre de ese año las acciones de la compañía fueron adquiridas por Moreira Filho. Asimismo, Alex Campos Medina, socio de Julinho en TFKC, era miembro de un estudio de abogados que tenía como cliente a Camargo Correa.
Lo grave es que el empresario carioca -cuando aún laboraba en Camargo Correa- había tenido conversaciones (antes del otorgamiento de la buena pro de las plantas de tratamiento) con directivos de Sedapal, incluido su presidente de ese entonces, Víctor López Orihuela.
El caso fue investigado en el 2010 por la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República. En aquella oportunidad, la constructora negó "que tuviera relación comercial, societaria o profesional con las empresas investigadas TFKC Reprexx o MKC; y con los señores Reinaldo Kobylinski [socio de Moreira] y Aristóteles Moreira".
Ahora, dependerá de la Fiscalía si las personas mencionadas son llamados a declarar. Por lo demás resulta penoso y vergonzoso que dos expresidentes, y futuros candidatos a la presidencia, sean 'caseritos' de investigaciones fiscales.