Oculto entre las remotas dunas de la costa egipcia de Sharm El Sheikh se encuentra un hallazgo intrigante. Su largamente perdida ciudad egipcia, su tumba encantada, su antigua reliquia, no es otra cosa que un cine al aire libre abandonado que fue construido a comienzos de este milenio.

© Kaupo Kikkas
El galardonado fotógrafo estonio Kaupo Kikkas hizo el descubrimiento de este "cine en el fin del mundo" después de escuchar la siguiente historia.
Aunque los detalles de la historia son un poco vagos, en verdad poco más se sabe sobre el sitio. El recuerdo que tiene Kikkas de la historia es probablemente lo más cercano que alguien va a estar a conocer los verdaderos orígenes del cine.
En primer lugar (y un tanto sorprendente pensando en su ubicación) no fue creado ni diseñado por egipcios. De hecho, fue la idea de Dynn Eadel, un francés excéntrico que tenía una pasión por fumar más que un poquito de marihuana.
Nadie sabe por qué estaba allí, pero durante un viaje al desierto del Sinaí tuvo un momento de inspiración; decidió entonces que un cine tenía que ser construido en el mismo lugar en el que estaba parado. Su propio cine personal, en uno de los lugares más remotos del planeta.

© KAUPO KIKKAS
Un hombre de medios, más que capaz de hacer su visión una realidad, se dirigió rápidamente de vuelta a París para elaborar sus planes.
Varios meses después, todo había sido construido y estaba en su lugar: el proyector gigante, la pantalla enorme, asientos de madera meticulosamente trabajados y una de las mejores vistas que te puedas imaginar.
Tal y como él lo imaginó.

En la inauguración, que contó con todo tipo de personalidades, invitados especiales, estimados miembros de la sociedad egipcia e incluso el gobernador de Sinaí, las cosas tomaron un giro para lo peor.
A pocos minutos antes de la primera proyección, el generador eléctrico fue "saboteado" cortando toda la energía de la zona, sumiendo a todos en la oscuridad total y haciendo que el evento sea un completo fracaso.

© KAUPO KIKKAS
No hubo gran develamiento, ni luces deslumbrantes; sólo cientos de sillas de madera en la oscuridad del desierto.
Es bastante seguro que no fue un accidente o un fallo mecánico inesperado: el generador había sido dado de baja deliberadamente. Quién lo hizo siendo un misterio, hasta el día de hoy.
Pobladores descontentos, una amante cansada o simplemente alguien con rencor tal vez. De cualquier manera Eadel nunca pudo cumplir su sueño de ver películas junto a invitados deslumbrantes en su propio cine personal del desierto.

© KAUPO KIKKAS
Después de esa noche fatídica, todo el proyecto cayó en el abandono y cuando Eadel de regreso a París nunca más se supo de él. Un hombre aplastado y decepcionado por las acciones de otros.
Pero, ¿qué ha pasado con el sitio desde que Kikkas lo visitó? ¿Es posible tomar un tour? ¿Es un área restringida? ¿Ha sido arrastrado por las arenas del tiempo? Noha Zayed que vive cerca decidió investigar el lugar por sí mismo.
Esto es lo que encontró.

© Noha Zayed

© Noha Zayed
Sólo quedan los fragmentos desordenados de las sillas, aparentemente destruidas y arrasadas por los vándalos; reliquias modernas de una empresa fallida. Una empresa gestada por un francés rico que nació sólo para ser inmediatamente extinguida por la mano traviesa de lo desconocido.
[Vía: So Bad So Good]
Notas relacionadas en lamula.pe:
Restos en la nieve: el futuro olvidado de Rusia en imágenes
Steilneset: el monumento en Noruega que conmemora la muerte de 91 brujas hace 400 años