Mientras Humala nunca dijo nada, Evo Morales logró la recaptura de Martín Belaunde Lossio en cuatro días. Así de sencillo. Y, como parte de ese logro, el presidente boliviano encabezó la comitiva que entregó al prófugo a las autoridades peruanas en la frontera de Desaguadero.
"Bolivia no va ser refugio de delincuentes corruptos. No confundan a Evo con Obama ni a Bolivia con Estados Unidos", declaró el mandatario junto a su ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Como señalaron ayer, las autoridades bolivianas confirmaron que Belaunde Lossio está ileso y sin un rasguño, pese a que él fabuló una historia inverosímil acerca de un presunto secuestro del cual logró escapar, quedando herido. Nadie le creyó, por supuesto.
HABRÁ CASTIGO
Morales agregó que la justicia de su país procesará a todos los implicados en la huida de Belaunde Lossio del último domingo, que incluyen a policías y abogados. "Las autoridades deben hacer justicia y asumir su responsabilidad. La gente implicada en Bolivia con la fuga será juzgada", afirmó.
Esto a pesar de que el Belaunde Lossio ha negado que los agentes que lo custodiaban en La Paz hayan sido cómplices de su fuga.
Se supo que, al llegar a Lima, Belaunde Lossio será trasladado a la División de Requisitorias de la Policía Nacional y luego deberá pasar por el Instituto de Medicina Legal. Su destino final sería el penal Piedras Gordas I, en Ancón.
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