Post: "Body": La vida después de la muerte

Comedia | Malgorzata Szumowska | Polonia | 2015 | 90’

Sinopsis: Un ocupado fiscal, angustiado de que su hija anoréxica que no supera la muerte de su madre se haga daño y la envía a una psiquiatra, que lidia de forma peculiar con su propia pérdida.

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Malgorzata Szumowska nos muestra particulares perspectivas sobre la pérdida y la muerte mediante tres personajes que azotan, a veces silenciosamente, la pantalla.

Con una mirada casi irónica, la directora polaca nos presenta "Body", con un epílogo que nos pone muy en claro la visión del médico forense. Para luego armar una historia compartida con su hija, quien padece de un extraño desorden alimenticio, efectos de la pérdida de su madre, y una poco ortodoxa terapista que asegura tener contacto con los muertos.

Body es una película obsesa con la buena composición, que encuentra sus mejores momentos fotográficos en los planos cenitales. Casi imitando ese moderno y antipático retrato de Instagram, y que Malgorzata convierte en una gran herramienta que ayuda a la contraposición, entre los alimentos del padre antes de comer, y los de la hija después de comerlos, vomitados en el baño.

Por otro lado, las extrañas prácticas de la terapista exhiben su concentración por hacer manifiesto el espíritu de lucha de sus tratadas, quienes lo único que ofrecen mostrar son sus almas cansadas, que abrazadas por una habitación blanca dejan en evidencia que sus cuerpos, ni vestidos de blanco, se asomarían a la pureza deseada. Más por la culpa que cargan, que por incapacidad.

Conforme la película avanza, la terapista va consolidando su posición de nexo entre padre e hija, quienes se han estado dando la espalda de la manera más aberrante posible. Esta situación llega a su punto más álgido cuando el detective esta inmerso en una frivolidad, que su trabajo lo ha ayudado a desarrollar, ya lo vimos almorzar de lo más tranquilo luego de ver una terrible escena de crimen en el baño del metro- secuencia que algo le debe a "El fuego inextingible" de Harum Farocki- y su hija que se encuentra interna en un centro de rehabilitación, obviamente contra su voluntad.

Extraños acontecimientos persiguen al protagonista, al que no le queda más remedio que someterse, al igual que su hija, a las extrañas prácticas de la terapista que nunca terminan de ponerse en tela de juicio. Es entonces cuando lo paranormal aparece como un ejercicio para la superación de la muerte de la esposa, que ya ha tallando lo suficiente en la vida del detective.

La película podría alargar las problemáticas de la anorexia en muchos aspectos más, sin embargo, Szumowska no pretende tener las respuestas. Y quizá ese sea el punto fuerte, que se distancie de estos temas sobre el final, para mostrarnos- en tono de comedia, muy a su estilo- que las relaciones familiares siempre pueden reinventarse.