- Después de recuperar el cetro de Loki, Tony Stark (Robert Downey Jr) descubre una gema en el centro del cetro que le permitiría crear una inteligencia artificial para proteger al mundo de los extraterrestres. 

- Una vez instalada la inteligencia artificial, esta toma conciencia de su propio poder y nace Ultrón, una máquina independiente con la intención de acelerar la evolución en el planeta Tierra destruyendo toda la vida que hay en él.

- Los Vengadores, divididos por la culpa de Stark y la incertidumbre en cuanto a cómo vencer a Ultrón y sus secuaces, los mellizos Maximoff, se enfrentan en primer lugar a sus propios demonios.


El conflicto mental

La segunda entrega de Avengers, dirigida una vez más por Joss Whedon, sigue con la trama de la primera -en la que Loki, el hermano de Thor, amenazaba al planeta Tierra-, renovándola en la creación de Ultrón. Ultrón en sí mismo es una aproximación relativamente novedosa al tema de la inteligencia artificial: es una especie de sistema operativo universal capaz de sincronizarse con múltiples ‘ramas’ -robots- de sí mismo a la vez. Su interfaz, aunque creada solo a medias por Tony Stark (él encuentra la ‘mente’ de Ultrón en potencia en la gema del cetro de Loki), tiene una personalidad fuerte y sarcástica al estilo Stark, y sus objetivos son igual de grandilocuentes que los de su creador.

Aunque Ultrón es el enemigo principal de Avengers: Age of Ultron, el conflicto de los Avengers es generado por Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen), que es capaz de controlar mentes. Su estrategia -no demasiado innovadora- es explotar los miedos de sus enemigos, inmovilizándolos.

ruffalo y johansson en
avengers: age of ultron

La idea es aprovechar los traumas de los superhéroes para crear desunión entre ellos, pero Whedon no permite que esa desunión termine de suceder: Thor es el único que desaparece por un tiempo -aunque está haciendo algo relacionado con la misión actual-, mientras Natasha (Viuda Negra, Scarlett Johansson) y Bruce Banner (Hulk, Mark Ruffalo) planean desaparecer para nunca llegar a hacerlo.

Lo único relevante, entonces, que sucede gracias a la manipulación mental de Wanda es la pelea más que épica entre Ironman y Hulk, quizá el episodio más esperado de esta entrega de Marvel. Este encuentro podría ser suficiente para compensar la media hora de absurdo emocional que le sigue.

 

¿Esto es ciencia ficción?

Aunque la idea de una película como Avengers (o cualquier película de superhéroes, para tal caso) nunca es que sea científicamente plausible, hay algunas cosas que es difícil dejar pasar bajo el radar de la coherencia. En el caso de Age of Ultron, la creación misma de Ultrón es de una improbabilidad tan alta que es necesario ponerla en duda. Stark y Banner, científicos geniales capaces, el uno, de maravillas computarizadas y, el otro, de modificaciones genéticas de distintos colores, deben saber que la inteligencia artificial es un concepto demasiado peligroso para ser dejado suelto. 

La sola idea que mueve a Stark a intentar instalar la inteligencia que luego será Ultrón en la computadora de los Avengers es ya algo absurda: crear un escudo para proteger la Tierra de invasiones alienígenas a través de una inteligencia artificial que trabaje para él. Si algo sabemos de la inteligencia artificial es que es imposible de programar, o que su programación será limitada, porque la diferencia entre una computadora y un ser inteligente es el libre albedrío.

Así, realmente no tiene sentido que Stark piense que una inteligencia en potencia que ha estado encerrada EN EL CETRO DE LOKI, el extraterrestre que usa sus poderes para el mal y que casi destruyó la Tierra apenas unos días (?) antes, pueda ser controlada y utilizada para sus propios fines. Quizá la ceguera de Stark podría justificarse por el miedo al fracaso en su misión de proteger a sus amigos vengadores inducido por Wanda Maximoff, pero eso sigue sin explicar que Bruce Banner se deje convencer tan fácilmente no solo de participar en la locura, sino de no contarles a los demás miembros del equipo.


las risas y las mujeres de joss whedon

Parece necesario decir dos cosas acerca del estilo de Whedon y su inconsecuencia en esta entrega: una, sobre el humor, otra, sobre el feminismo. 

En cuanto al humor, Whedon -que se hizo conocido por su trabajo como creador de Buffy the Vampire Slayer- parece reprimido en la clasificación ‘apta para todos’ de Avengers. Conocido por usar referencias oscuras para hacer un humor inteligente sin hacer humor negro, el intento de Whedon por no hacer referencias que no vaya a entender todo el mundo resulta en un humor previsible y casi escolar

Aunque la idea parece ser que el humor sostenga los momentos que no son de acción, los únicos momentos realmente graciosos son las discusiones en la dinámica de Thor, Capitán América y Ironman, además del extraño paralelo entre Stark y Ultrón. Es interesante el trabajo de Whedon para conseguir risas sin recurrir a un personaje tipo ‘comic relief’, pero los chistes que ha usado en Age of Ultron caen en una naivité casi insoportable que solo desaparece cuando se atreve a usar algunas de sus referencias, como cuando Ultrón hace un chiste sobre la Biblia.

En cuanto al feminismo, como bien ha resaltado Sara Stewart en Indiewire, parece poco razonable que un director que se pasa el año haciendo comentarios sobre la falta de equidad de género en Hollywood les otorgue roles tan relegados a sus únicos tres personajes mujeres: la Viuda Negra no tiene ningún momento de humor, y el ‘lado humano’ que sale a la luz por la influencia de Wanda es empezar a lamentarse por no poder tener hijos; Laura, la esposa oculta de Hawkeye, se pasa la vida cuidando a los niños en una casa recluida mientras su marido salva al mundo; Wanda Maximoff tiene el sospechosamente ‘femenino’ poder de manipular a las personas.


todo sea por el espectáculo

A pesar de los vacíos en el origen mismo de Ultrón, y de la falta de consecuencias reales de la influencia de Wanda, la película de Whedon cumple su función en el mundo del entretenimiento. Con casi dos horas y media de duración, Avengers: Age of Ultron no llega a cansar, y el drama humano está mejor introducido que en otras películas de superhéroes (como, por ejemplo, el insoportable melodramatismo de Man of Steel). 

El espectáculo, además, es maravilloso: la sensualidad de Ultrón, por ejemplo, es exquisita; la aparición de un nuevo Vengador para salvar el día es el producto perfecto de una tensión construida por dos horas; la batalla final parece una orquestación de la maquinaria, la velocidad y la urgencia de salvar todo o nada.

Será difícil para el resto de películas 'de verano' (para el hemisferio norte) de este año alcanzar tales niveles de grandiosidad visual, aunque la competencia directa llega en dos semanas con Mad Max: Fury Road

En cualquier caso, Marvel mantiene la calidad en la franquicia de Avengers y todas sus ramificaciones cinematográficas.



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