Martín Pérez, presidente de la Confiep, volvió a pronunciarse hoy sobre la sentencia que recibió Lelio Balarezo Young  por defraudación tributaria en agravio del Estado (casi S/.6 millones).

Como se recuerda, el empresario era, hasta hace poco, segundo vicepresidente de referido gremio y presidente de la Cámara Peruana de Construcción (Copeco). Balarezo tendrá que cumplir una condena de cinco cincos años de cárcel:

"Los empresarios, como cualquier ciudadano, deben cumplir la ley" indicó en una conferencia de prensa. Del mismo modo, pidió a Balarezo que se entregue a la justicia y que asuma las consecuencias de sus actos.

De esta forma, el directivo busca limpiar la imagen de la institución que preside. En los últimos días, diferentes analistas y periodistas señalaron que la sentencia judicial pone en duda la ética de los empresarios que agrupa la Confiep.

Rosa María Palacios, en su artículo Cuello Blanco llama la atención sobre la reacción tardía -y un poco blanda- de Pérez hecha hace unos días:  

"¿No es acaso una oportunidad institucional para deslindar entre empresarios y delincuentes? ¿Por que cree Confiep que la marcha de los “pulpines” fue a su puerta? Si sus asociados observaran las mejores prácticas laborales y tributarias mas sentido tendría marchar a la Avenida Gamarra, el emporio textil de la informalidad ¿verdad?. Pero si los pulpines fueron a su puerta es porque también la empresa formal, o la que dice serlo, tiene problemas graves en dos ámbitos sensibles: laboral y tributario. Seres humanos y Estado".

Por su parte, Beatriz Boza (socia de sostenibilidad y gobernanza corporativa de EY), entrevistada por Semana Económica, coincidió con la reconocida periodista:

“Lo que está en juego aquí es el ‘hacer lo correcto’ y, en el mundo de los negocios, eso significa cumplir la ley”, manifestó

Para la especialista, la condena del empresario recuerda que en el Perú la responsabilidad tributaria aún no es asumida plenamente por los ciudadanos:

“No se trata de cumplir la ley porque es la ley, sino de encontrarle un sentido: el pagar impuestos tiene un fin claro", remarcó.

La condena del Balarezo se da en medio de un clima tenso entre el gobierno y los grupos empresariales. Estos últimos han criticado al Ejecutivo por no tomar las medidas adecuadas para revertir la desaceleración económica.