Han tenido que pasar casi dos años y medio desde que el Congreso de la República sancionara injustamente a Javier Diez Canseco, suspendiéndolo noventa días de su labor parlamentaria y sometiéndolo a la vergüenza pública en un caso que nunca pudo ser probado, para que desde dicho poder del Estado se empiece por fin el camino hacia la reivindicación.
Pese a que el 4 de abril del 2013 el Quinto Juzgado Constitucional de Lima dejará sin efecto la sanción al admitir la acción de amparo presentada por el líder socialista, el Congreso siguió en sus trece defendiendo lo indefendible.
Hoy, sin embargo, la Comisión de Constitución concluyó que "se debe declarar nulo el Informe de la Comisión de Ética, así como la decisión del Pleno en la que se estableció la sanción de suspensión por noventa días hábiles, de conformidad con lo dispuesto en los literales 'c' y 'd' del artículo 55 del Código Procesal Constitucional".
El presidente de dicha Comisión, Luis Llatas, señaló que con esto "se busca una reivindicación eminentemente moral" para Diez Canseco, quien no pudo regresar al Congreso puesto que al vencerse su periódo de suspensión ya se encontraba gravemente enfermo.
"Se está diciendo que debemos de ser muy serios en cuanto a la aplicación de las sanciones", sostuvo en declaraciones a Andina.
¿Se hará por fin justicia? Sea como sea, nada de lo que haga este Congreso borrará la vergüenza de una sanción injusta. Ni con mil pronunciamientos.
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