No sorprende, su suerte estaba echada, sólo faltaba la ratificación de la misma empresa estatal. El directorio de Petroperú decidió no regresar a la explotación petrolera hasta por lo menos el 2024. Ya la semana pasada la ministra de Energía y Minas, Rosa Ortiz, había dicho que era contraproducente que la estatal participara en los lotes III y IV.
Así, la autoexclusión de la producción de petróleo tiene como fundamento que el ingreso en los lotes III y IV como socio no operador y minoritario –con 25%– colisiona supuestamente con el artículo 6° de la Ley 30130, y que, por tanto, distraería recursos de la petrolera estatal del Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara. Esto último había sido desestimado por el expresidente de Petroperú Pedro Touzett, quien afirmó al diario La República que el ingreso de la estatal en esos lotes no distraerían recursos del PMRT, y que, más bien, eran proyectos necesarios y complementarios.
Por su parte, otro exfuncionario de Petroperú, Humberto Campodónico, señala que con esta decisión la refinería de Talara podría estar en riesgo. "Sabemos que en el Perú no hay consenso sobre la empresa pública por la oposición de la derecha económica. Pero por lo menos había una tregua. Eso es lo que se está rompiendo ahora. Estamos todos avisados", sentenció.
Como se sabe, los dos lotes tienen reservas probadas que superan los 24 millones de barriles (US$50 el barril). "Cómo explicamos al país que le regalamos el 25% de esas reservas a Graña&Montero. Por más que digan que tiene que hacer inversiones en el primer año, le estoy regalando, señor; porque toda su economía para presentar su oferta se basó en el 75%", declaró Touzett a La República.
Y Campodónico agrega: "Petroperú tiene un Lote 64, en la Selva Norte, que tiene 55 milones de barriles de reservas probadas (más del doble que los lotes III y IV). Si a Petroperú no lo dejan entrar a III y IV, lo que viene después es quitarle el Lote 64 (que fue cedido gratis por Talisman y Hess a Petroperú en diciembre del 2012) que aún no ha comenzado a producir. Se trata de US$2,750 millones de ingresos brutos, en parte para Petroperú y en parte para su socio. Son palabras mayores. ¿A eso vamos?".
Lo cierto es que la decisión del gobierno de excluir a Petroperú del proyecto de explotación en Talara para el cual se había asociado con la empresa Graña&Montero, ha significado un cambio de ruta en la política energética 'nacionalista'. Además, hay miles de millones de dólares en juego.
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