El 9 de febrero las salas de redacción y las redes sociales fueron escenarios de historias, rumores, interpretaciones y bullying tras conocerse que Fernando Berckemeyer, director periodístico de El Comercio, despedía a Martha Meier Miró Quesada, editora y accionista del diario, por supuestamente transgredir –en su columna de opinión– la ética periodística del Decano. Todo un suceso empresarial-familiar-periodístico.

¿Ganó Berckemeyer? ¿Perdió realmente Meier, o su salida tendrá un efecto boomerang? ¿Fue la última batalla de los Miró Quesada? ¿Yanacocha, el estudio Olaechea ... conflicto de intereses? Lo cierto es que durante los dos últimos años El Comercio ha tratado de cambiar su imagen. Los conflictos familiares que, al hacerse públicos, los dejaban mal parados no eran pocos y provocaban tensos directorios y a veces decisiones o reuniones. La solución fue nombrar como director periodístico a quien no sea Miró Quesada: primero Fritz Du Bois, y luego Berckemeyer.

¿Cómo queda la familia tras lo ocurrido? LaMula.pe preguntó al respecto a Francisco Durand, sociólogo e investigador de los grandes capitales nacionales.

foto: El Reportero de la Historia

La familia pierde ante el modelo de capitalismo corporativo

"El grupo Miró Quesada y El Comercio son un caso muy raro de continuidad de fortuna y prestigio que se remonta a la segunda mitad del siglo XIX. Durante muchos decenios las numerosas ramas de la familia Miró Quesada se han mantenido en la dirección de El Comercio, ejemplificando un modelo de capitalismo familiar. Los Miró Quesada eran dueños, el apellido permitía (si lo querían) ser periodistas o trabajar en el periódico. Familia y empresa eran una misma cosa. Ese modelo está hoy acabado y están en un proceso de transición hacia un modelo de capitalismo corporativo, donde los Miró Quesada son accionistas (y algunos hasta periodistas, pero sospecho que cada vez menos) y los que dirigen el ahora conglomerado mediático son gerentes. Por lo tanto, es un caso clásico de separación entre propiedad y gestión.

Esta transición está empujada por dos factores que se hacen presentes en los últimos 10 años. Por un lado, el hecho de que son muchas familias, y varias aspiran a la dirección y a ser periodistas, así no tengan las condiciones para dirigir o escribir, por el otro, a otras ya no les interesa estas empresas porque tienen las suyas, pero sí quieren que siga teniendo rentabilidad por ser accionistas. El problema se ha agravado por el hecho de que no cuentan con un líder empresarial familiar y los distintos acuerdos de gestión intrafamiliar no han funcionado. Hacia el 2008 esto se hace evidente cuando Francisco Miró Quesada Cantuarias dirigía el periódico pero el colectivo familiar no lo dejaba decidir. La historia es larga pero el hecho importante es que la transición comienza cuando se rompen las correlaciones familiares y El Comercio sigue vendiendo menos a pesar de que mantiene avisaje, y las reducciones de personal y los cambios no permiten levantarlo. Luego comienzan a experimentar con otro modelo de gestión que se concreta cuando entra Fritz DuBois con el apoyo de José Graña Miró Quesada y otros accionistas. Su muerte repentina impidió consolidar este modelo y vuelven a entrar en transición, hasta que eligen a Berckemeyer, quien comienza a reorganizar El Comercio y sus múltiples medios y choca con Martha Meier, por las razones que conocemos. Pierde la familia Miró Quesada y gana la gerencia.

El otro factor que comienza a funcionar en paralelo es que mientras entra en crisis el modelo familiar, El Comercio se ha diversificado y convertido en una corporación mediática, la más grande (periódicos, revistas, TV) a lo que se añade la compra del grupo Epensa (más por razones ideológicas que económicas; habría que ver si se han tragado un sapo y sus problemas económicos se complican). Esta corporación requiere una dirección corporativa única y no colegiada, o mediatizada por los accionistas-periodistas. Pero ciertamente al ser tantas empresas, requieren más y más de gerentes. No basta ni es económicamente o empresarialmente conveniente tener a un Miró Quesada cuya perfomance no es buena. De modo que el conglomerado en su conjunto marcha también a superar el capitalismo familiar de los Miró Quesada."

(Foto portada: blog El Reportero de la Historia)


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