El caso de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Guerrero no termina por resolverse. Esta vez el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), integrado por 30 peritos forenses de diversos países, presentó un informe independiente sobre el caso Ayotzinapa, que es respaldado por los padres de los 43 normalistas desaparecidos. Su versión pone en evidencia, además, las numerosas irregularidades en las investigaciones llevadas a cabo por la fiscalía mexicana. 

La versión del gobierno vs. la EAAF

La Procuraduría General de la República (PGR), entidad estatal encargada del caso, aseguró que los restos de los estudiantes se hallaban en el basurero de Cocula, municipio vecino a Iguala. Incluso Jesús Murillo, fiscal de dicha entidad, presentó pruebas recolectadas en la zona para sustentar que se trataba, efectivamente, de los estudiantes. Sin embargo, los peritos el EAAF niegan que dicha evidencia coincida con el ADN de los 43 estudiantes.

Las razones en que sustentan sus sospechas son que, según la EAAF, sus peritos no estuvieron presentes cuando se recuperó la bolsa con fragmentos óseos que, supuestamente, fue recuperada por la PGR directamente del río San Juan, lugar aledaño al basural donde habrían sido arrojados los cuerpos.

"El EAAF fue convocado por la PGR a la vera del río San Juan cuando dicha bolsa ya se encontraba abierta y siendo analizada por peritos de la PGR", aseguraron los forenses argentino. 

Además, la EAAF asegura que entre los restos se encontraron dos prótesis dentarias; los familiares de los estudiantes, sin embargo, afirmaron que ninguno de ellos las usaba; por lo tanto, se confirmaría "la presencia de restos humanos de un individuo, que no corresponde a los restos de ninguno de los normalistas", concluyeron.  

La PGR, sin embargo, acusa, más bien, a los peritos argentinos de no aportar a la investigación: 

“Según el EAAF dichas prótesis no corresponden a ningún estudiante, sin embargo, la Procuraduría General de la República es puntual en manifestar que no cuenta aún con historial físico, médico o dental de los estudiantes, porque ni los familiares ni el EAAF las han querido aportar a la investigación”, se defendieron en un comunicado de prensa.  

Otra de las irregularidades consiste en que 20 de los perfiles genéticos de familiares de Ayotzinapa enviados por la PGR al laboratorio de Innsbruck eran diferentes a los enviados por el EAAF al mismo laboratorio, perteneciendo, supuestamente, a las mismas personas.

Por último, la PGR sostiene que los cuerpos de los 43 habrían sido calcinados hasta hacerlos desaparecer. Sin embargo, los forenses de EAAF hallaron, a partir de los análisis en el basurero, que en ese lugar se habría prendido fuego con anterioridad (desde 2010 exactamente), por lo que no se  podría concluir que esos restos pertenecen exactamente a los 43.

Para finalizar el informe, la EAAF recomienda que los peritajes de la PGR sean evaluados por peritos independientes con mayor rigor científico. Asimismo, piden que se garantice la  protección del sitio Basurero de Cocula. También exigen el derecho al acceso a todos los dictámenes forense que se encuentran en la Averiguación Previa correspondiente a este caso. Y, finalmente, que el gobierno facilite el enlace de las investigaciones  con el Grupo Interdisciplinario de Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos que se instalará en México próximamente.

Este reporte, lejos de ser bien recibido, ha provocado que la PGR emita un comunicado de prensa este 9 de febrero, desestimando los cuestionamientos de los peritos argentinos: “De manera científica, ha quedado plenamente comprobado que los sedimentos y otros indicios encontrados en la bolsa del Río San Juan, corresponden químicamente a los encontrados en el basurero de Cocula, por lo que cualquier opinión diferente a ese respecto resulta hipotética y lejana a la realidad”, concluyen.   

[foto de portada: es.globalvoicesonline.org]