Qué duda cabe, 1994 fue uno de los mejores años para el rock y el pop en el Perú. La recomposición de la escena luego de la explosión de lo subterráneo resultó en una proliferación de propuestas: La Liga del Sueño lanzaba su primer título y Tierra Sur hacía lo respectivo, editados por el sello inglés On U Sound. Ambos en formato digital. Mientras que en casete aparecían los títulos de Ácidos Acme (Chino Burga), Dolores Delirio con su “casete de la teta”, Inmemorial ya mostraba el nuevo rostro metalero del Perú, Mar de Copas lanzaba el que tal vez sea su mejor álbum, Entre los árboles, Rafo Ráez editaba Si pudiéramos vivir y Uchpa hacia su aparición en la golpeada Ayacucho. 

Y, por supuesto, ese año Los Mojarras empezaban a conquistar el país.

El ya LEGENDARIO casete  'Ruidos en la ciudad"  que contiene el tema 'triciclo perú' / foto: lamula.pe

Ruidos de la ciudad (Discos Hispanos del Perú, 1994), la segunda producción de la banda, se lanzaba en casete, al tiempo que Los Mojarras alcanzaban el éxito popular tras la inclusión de sus temas en la telenovela Los de Arriba y los de Abajo, la primera producción de Michel Gómez, escrita por Eduardo Adrianzén. Esta fue considerada además como la primera primera telenovela peruana de temática social; su argumento quería ser reflejo de la ciudad de Lima de los primeros años de la década de 1990. La música de Los Mojarras era sin duda la banda sonora de Lima.

LOS MOJARRAS EN CARMEN DE LA LEGUA, SU PRIMER CONCIERTO FUERA DE EL AGUSTINO / ARCHIVO PERSONAL - KIKE LARREa

El impacto y legado de Triciclo Perú, canción con la que se iniciaba la novela, es innegable. El propio Hernán Condori ‘Cachuca’, líder y vocalista de Los Mojarras, en conversa con LaMula.pe, lo describe así: 

“Se trataba de contraponerse a la falta de autoestima, al temor de ser peruanos. Y Triciclo fue el verdadero arranque de eso. Porque las raíces están en Sarita Colonia, el primer disco. […] Por fin alguien hablaba de la gente común, trabajadora no como el pobrecito sino como el valor fundamental, aunque cerremos los ojos ante ellos. [...] La gente se sintió identificada. Los ambulantes son los que salvaron al Perú, no hay discusión al respecto. Yo no podría cantarle a mi tabla de surf, no es mi realidad. No estoy diciendo que esté mal, pero eso no es lo que yo vivía en ese momento. Un artista tiene que ser honesto, tiene que responder a su tiempo.”

Hernan condori 'cachuca' veinte años después, conversa con lamula.pe antes de un ensayo con su banda en el agustino / foto: ana cabrera/lamula.pe

Triciclo Perú es el (segundo) desborde popular, es la fotografía del momento de una ciudad capital en ruinas sobre un país en ruinas. Pero lo que se esconde detrás de la canción es algo aún más crucial para entender su éxito. Lo que Triciclo reivindica es una ética de trabajo que se corresponde tanto con la música que hacían Los Mojarras, como con las dinámicas informales de la capital. Esta reivindicación, sumada a la acertadísima y afinada combinación de géneros, hace de la canción un manifiesto perfecto de lo que se respiraba en la capital durante esa década.

El video de introducción de la novela (puedes encontrar un análisis completo aquí), con el audio de Triciclo Perú, era un repaso por la historia reciente del país. Por él desfilan, junto a anónimos ambulantes, Alan García, Carlos Manrique, Alberto Fujimori y otros pirañitas; así como episodios tan terribles como el autogolpe del 92, la estafa Claeista y el cierre del congreso.

Para Fernando Pinzás, crítico de música y redactor de la revista SOHO, “al rock hecho en el Perú se le ha reprochado, entre otras cosas, el no haberse conectado con las masas. Son pocas las bandas que han llevado el lenguaje de la calle a la música. Leusemia, Narcosis, Eutanasia entre otras de las subterráneas fueron buenos ejemplos. Pero lo que hizo Los Mojarras fue distinto. Cachuca era del Agustino, conocía no solo el rock, sino también el huayno, la chicha, la cumbia y a partir de ahí hizo una música que sonaba a una fusión más integral, tanto musical como cultural. Ahora el tema de lo chicha se ha vedetizado terriblemente […] sin embargo el legado de grupos como Los Mojarras, a El Polen y a Del Pueblo se mantiene como ejemplos de honestidad y de búsqueda de un sonido más propio.”

En la mirada de Wili Jiménez, crítico de música y redactor de lamula.pe, “la inserción de Los Mojarras en la escena de rock de la época fue un hecho inédito; antes ninguna banda chichera como la llamaron inicialmente, de forma despectiva, había formado parte de la escena rockera…[En los noventa] Triciclo Perú se convertía también en un himno para quienes comprendíamos que el futuro dependía de uno mismo, que teníamos que hacernos un lugar en la selva de cemento donde cada quien buscaría lograr algo como sea. ¿Premonitoria? Sí. ¿Vigente? Sí.”

Tan vigente sigue siendo Triciclo Perú, que recientemente la banda La Mente hizo una versión que le hace toda justicia al clásico tema, para las sesiones del sello Descabellado Records.


Decir que una canción en nuestro medio marcó época no es tan fácil como parece. Pero ahí están los argumentos. Tal vez es cierto, como dice la canción, que Los Mojarras han alcanzado la gloria inmortal. Cuántos zapatos hemos gastado…


Bonus: Ruidos de la ciudad, video del tema que da título al disco.



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