Usando una facultad prevista en la Constitución, el Presidente Humala convocó para hoy lunes a una Legislatura Extraordinaria a fin que se debata el régimen laboral juvenil (Ley 30288 o "Ley Pulpín"), que desde su entrada en vigencia en diciembre, ha provocado cuatro movilizaciones juveniles masivas y una crisis política en la bancada oficialista.
La ley 30288, llamada "ley pulpín", fue propuesta por el Ejecutivo como una medida que debía facilitar la creación de empleos y la incorporación de los jóvenes al mercado laboral. Dirigida a potenciales trabajadores entre los 18 y los 24 años, ha sido duramente criticada por los sindicatos y grupos organizados de jóvenes, al plantear una planilla sin gratificación, sin tiempo de compensación de servicios y con la mitad del período de vacaciones que se concede en el régimen general.
Tanto opositores a la ley, como diversos analistas coinciden en que la convocatoria de Humala es un "último intento" de legitimar la ley en el Congreso, donde la semana anterior ya se habría alcanzado un acuerdo político para derogar la Ley en Comisión Permanente. Aquí enumeramos algunos hechos a tener en cuenta sobre cómo encuentra a nuestros congresistas esta sesión.
1. El oficialismo perdió a su aliado.
La bancada "garante" de la democracia en el gobierno de Ollanta Humala se declaró en la víspera a favor de la derogatoria. Perú Posible ha anunciado también que propondrá al Pleno un nuevo proyecto, que contempla un fondo público-privado de 200 millones de dólares destinados a capacitación laboral.
"Nuestro voto es por la derogatoria, pero, para cambiar, no para que las cosas continúen como están. Es necesario que el gobierno instale una Mesa de Diálogo con los jóvenes para resolver el problema de la informalidad en el empleo", dice el comunicado.
Así se le fueron 11 votos al gobierno.
2. Con la renuncia de Tejada... hay "Nueva Mayoría"
"[El nuevo régimen laboral juvenil] no va a beneficiar a quienes dicen beneficiar, solo va a beneficiar a las grandes empresas”, dijo Tejada anoche al renunciar a la bancada de Gana Perú en el Congreso y al Partido Nacionalista. Para el oficialismo, esta es la pérdida más importante, ya que junto al alejamiento de Perú Posible, es el factor que podría definir la derogatoria, posición que antes de la renuncia de Tejada, contaba ya con 68 votos.
“Sabía que había varios (en el oficialismo) que tenían la misma posición, pero vamos a ver", dijo Tejada anoche, adelantando que no es el único descontento que podría expresarse en la votación. Según el diario El Comercio, esos "varios" serían Jaime Valencia, Celia Anicama, Rogelio Canches y la vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza.
Y más allá del contexto de la denominada #LeyPulpín, la renuncia de Tejada deja al oficialismo en una situación crítica, ya que cuando falta año y medio para el término del gobierno de Ollanta Humala, la fuerza mayoritaria en el Congreso es desde hoy el fujimorismo.
3. Matices en la nueva mayoría .
La fujimorista Martha Chávez, que preside la Comisión de Trabajo del Congreso, se encuentra en Trujillo, cuenta con una licencia y ha anunciado que no se presentará en la sesión extraordinaria, al estar en desacuerdo con la posición de su bancada, que votará por la suspensión o la derogatoria.
“Yo estoy de licencia, estoy a favor de la ley que beneficia a miles de jóvenes”, dijo a RPP desde Trujillo, desmarcándose, para qué, del oportunismo de su bancada, que inicialmente no se opuso a la norma y que luego "rectificó" posición al ver que el amplio rechazo a la norma le permitía operar contra el gobierno. En ausencia de Chávez, es a Yohny Lescano, de la bancada AP- Frente Amplio a quien le corresponderá ejercer de titular de la Comisión.
4.- La decisión de Solórzano
Se debatirán 6 proyectos de Ley. Uno propone la derogatoria, otro la suspensión y los otros cuatros son propuestas de modificación. El debate será abierto y deberá resolverse entre las 9 de la mañana y las 10 de la noche, hora de plazo prevista para una sesión extraordinaria del Pleno.
"Seguramente tratarán de dilatar el debate con provocaciones, griteríos e insultos, típicos de las sesiones del Pleno", ha dicho el aprista Mauricio Mulder a El Comercio, conocedor de estos "trucos" para manejar el PLeno, esta vez refiriéndose al oficialismo. "Ellos apelarán al ausentismo, al cansancio", ha dicho el congresista Héctor Becerril, del fujimorismo, bancada opositora "de último minuto".
Para los detractores de la Ley, el mejor escenario es que la Presidenta del Congreso, Ana María Solórzano llamé a votación de la derogatoria como cuestión previa al debate de los proyectos de ley que plantean la suspensión o las modificaciones. Así lo ha propuesto la bancada de Acción Popular–Frente Amplio. “Si se aprueba la derogatoria, ya no habría la necesidad de discutir las otras propuestas de cambio o suspensión”, dijo a La República la legisladora Verónika Mendoza.
Debería tomarlo en cuenta, no sólo porque imponer un debate de varios proyectos de ley en una sola jornada sería una muestra más de la terquedad del oficialismo, o porque parece un intento de pasar de largo que existe ya un clima de acuerdo definitivo en las bancadas de oposición, sino porque, con 76% de rechazo ciudadano a la norma en encuestas y cuatro movilizaciones de protesta, la calle está más que caliente. Pero nada garantiza que Solórzano lo considere.