Su influencia en la narrativa del siglo XX es notable. Virginia Woolf, escritora y defensora de los derechos de la mujer, nació en Londres (Inglaterra) el 25 de enero de 1882. Fue criada en un hogar acomodado y tuvo una educación envidiable. Su padre, Sir Leslie Stephen, escritor y montañista, recibía con frecuencia la visita de connotadas figuras de la cultura inglesa como el novelista William Thackeray y el filósofo George Henry Lewes. Además, la fotógrafa Julia Margaret Cameron era tía de su madre.
Con estos insumos intelectuales y artísticos, no fue extraño que Woolf comenzará a escribir desde muy joven. Así en 1905, con solo 23 años, redacta críticas literarias para The Times Literary Supplement. Diez años después, publicaría su primera novela Fin de Viaje.
A partir de ahí, comenzaría una carrera profesional que la haría navegar con soltura y originalidad por la ficción y el ensayo.
nicole kidman interpretó a virginia woolf en las horas (2002) /fotograma de la película
Su novela más famosa es, sin duda, La señora Dalloways (1925), donde aplicó con maestría la técnica del monólogo interior. El libro narra un día de la mujer del título y se abordan temas como el feminismo, la homosexualidad y la enfermedad mental. Este último tema, la escritora lo conocía muy bien ya que sufría de transtorno bipolar.
A pesar de eso, la escritora nunca dejó de escribir y nos regaló estupendas publicaciones como Al Faro (1927) y Orlando (1928), solo por mencionar dos.
En el aspecto ensayístico, la escritora fue una ferviente defensora de la independencia de la mujer, convirtiéndose así en una opositora al conservadurismo de su tiempo. Su pensamiento feminista lo expuso en el largo ensayo Una habitación propia (1929) donde se encuentra su famosa sentencia: "Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción".
No obstante, sus logros como escritora no impidieron que tomara la decisión de quitarse la vida, en buena medida, agobiada por la depresión que le causaba su bipolaridad. Así, el 28 de marzo de 1941, se lanzó al río Ouse con los bolsillos llenos de piedras. Antes, le había escrito una hermosa carta de despidida a su esposo Leonard Woolf (escúchala aquí).
[Foto de portada: BBC]
Bonus track
Mira un documental sobre la escritora.
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