La muestra Sucursal/Colección, funciona exactamente como su título indica. La idea detrás del proyecto curatorial es que la Sala Luis Miró Quesada Garland (LMQG) se convierta temporalmente en sede La Ene Nuevo Museo Energía de Arte Contemporáneo, de Buenos Aires.
Desde su origen (fue fundado en 2010), La Ene buscó criticar el sistema institucional del arte y las maneras en que este circula, se legitima y produce en Argentina. Entre sus varias prácticas alternativas, La Ene ha construido su colección permanente a través de la figura de un acuerdo de derechos de reproducción de las obras entre los artistas y la institución, en lugar de la tradicional compraventa o los donativos.
En su actual encarnación, la colección de La Ene que podemos visitar en la Sala LQMG reúne piezas de los artistas latinoamericanos Radamés ´Juni´ Figueroa (Puerto Rico), Leonel Fernández Pinola (Argentina), Gala Berger (Argentina), Leandro Tartaglia (Argentina) y Santiago Villanueva (Argentina), entre otros. Además de una bandera del peruano Gabriel Acevedo, especialmente comisionada para la sucursal miraflorina del museo.
Además en la sala se exhibe GIM (Girls of the Internet Museum) - Áreas Grises, proyecto curatorial de Gaby Cepeda, que incluye obras de Hannah Black (Inglaterra), Andrea Crespo (Estados Unidos), Debora Delmar (Mexico), Adriana Minoliti (Argentina) y Saoirse Wall & May Waver (Irlanda y Estados Unidos).
La muestra se realiza en Lima gracias al novísimo proyecto Crucero, formado por Juan Diego Tobalina, Fátima Rodrigo, Andrés Pereira y Rosanna del Solar.
La pregunta que inmediatamente suscita Sucursal/Colección, y que bien podría haber dejado sin responder al final de esta reseña, es la siguiente: ¿Es el arte contemporáneo una gran fiesta?
Si tomamos como punto de partida esta exhibición, entonces la respuesta, para bien o para mal, es sí. El arte contemporáneo es una fiesta muy cool, donde todo (o casi todo) vale y hasta el más huraño de los invitados parece estar divirtiéndose.
Si miramos las piezas de la muestra como conjunto, y esto es más fácil que detenernos a desmenuzarla, lo que salta a la vista es una contundente celebración de la juventud y la diversidad. Esta celebración está constituida en su centro por un trasnochado espíritu adolescente, donde la astucia y la ironía son el valor más apreciado.
Es fácil identificar también una cierta afinidad temática entre las piezas: La función de las instituciones y del arte mismo; la conflictiva relación entre cuerpo, género e identidad; y la naturaleza efímera de la experiencia. Todas afinidades temáticas están comprendidas bajo el paraguas de la discusión sobre los efectos e implicancias de la vida en la actualidad.
La impronta latinoamericana de la colección es casi omnipresente. Piezas como las tres banderas ( de Otto Berchem, Adriana Minoliti, Lino Divas y Gabriel Acevedo) parecen hacer hincapié en la condición del artista sudamericano y en el pretendido boom del arte hecho al sur del ecuador.
Las dos piezas de Nicolás Robbio, tal vez lo más accesible al público, son una muestra de una sensibilidad ampliamente extendida dentro de lo que se podría llamar nuevo- naif latinoamericano.
Más interesante es la exploración sobre las instituciones culturales y el público que hacen Francisco Marqués, Leandro Tartaglia y Santiago Villanueva en Oficina de Legales. La pieza, una encuesta sobre el funcionamiento de las pólizas de los museos locales y la percepción que tiene el público de ellas, es una especie de declaración de principios.
Dentro de la selección de GIM - Áreas Grises los trabajos más interesantes son el de Debora Delmar y el de Hanah Black. La pieza Merchandasing de Debora Delmar, por ejemplo, es una clara afirmación sobre el estatus de mercancía de la obra de arte, que termina extendiéndose al propio artista. My Bodies de Hannah Black, una pieza audiovisual, entra de lleno a la discusión sobre la construcción de la identidad y la perversión mediatizada del cuerpo.
A pesar de la mencionada cohesión o afinidad de temática de las piezas, el conjunto no deja de ser un tenue comentario sobre los temas que aborda. Insisto el arte contemporáneo es una fiesta, más parecida a un banal rave que a una saturnal con sacrificio.
Sucursal / Colección va hasta el 8 de febrero en la Sala Luis Miró Quesada Garland [esquina Av. Larco con Diez Canseco], de martes a domingo, de 11 a.m. a 10 p.m. El ingreso es libre.
[Imagen de portada: Radamés ‘Juni’ Figueroa. Fuente Tropical, 2009]
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